RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 13 de agosto de 2011

ESTOS DÍAS EN LA PLAYA

El descanso es necesario, esencial diría yo, para poder desconectar del ritmo que llevamos, sobre todo de la rutina laboral y familiar que nos lleva a hacer siempre lo mismo y a no escapar muchas veces de nuestras preocupaciones.

Nuestro descanso se ha fraguado esta vez en Vera, Almería. Nos hemos ido con los dos niños y, la verdad, ha sido un "break" relativo. Pero nos ha venido muy bien.

Otra cosa ha sido el ritmo de entrenamiento, el cual paso a describiros:

El martes, el día de la llegada al hotel, correteé por la playa durante aproximadamente cuarenta minutos. Lo bueno es que no venía mal teniendo en cuenta que me he propuesto trabajar la fuerza en estos primeros días de preparación para la maratón. Sensaciones: la arena pesa en las piernas, pero por el resto, bien.

El miércoles me fui a correr con mi mujer por la mañana temprano. Ritmo lento durante unos cincuenta minutos. Estaba pesádisimo del día anterior.

El jueves salí a hacer un circuito cortito yendo en progresión. Acabe bien, pero fui pesado casi todo el trayecto. Además, mucha humedad.

El viernes hice un circuito algo más largo, más a ritmo, aproximadamente a cinco minutos el km. Mejores sensaciones que las del día anterior.

Hemos llegado hoy sábado y el día es de descanso. Mañana saldré con mi mujer.

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