El miércoles estaba especialmente motivado para correr. Cogí dirección al Parque Cervantes y desde ahí me fuí por el Camino de Huertezuelas para en el cinco y pico desviar a la derecha por la zona de pinar. A partir de los 20 minutos de carrera fui metiendo ritmo y me sentía cómodo, sólo un poco soliviantado por el viento y la lluvia que comenzó a caerme, siempre a ritmo de fartlek desestructurado. Llegué un poco cargado a casa, pero muy contento después de otra sesión sin incidencias. Otros 12,5 kilómetros que sumar.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
miércoles, 3 de mayo de 2017
MIÉRCOLES 26: CORRIENDO CON LLUVIA
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
19:37
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ENTRENAMIENTOS
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