RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 27 de noviembre de 2016

LUNES 21: INTERVAL ALGO ACCIDENTADO

Quería volver a realizar una sesión de calidad el lunes, pero había llovido durante todo el día superando los veinte litros por metro cuadrado y el terreno estaba bastante embarrado. Aún así no quería meterme una "asfalto session" por lo que elegí el circuitín del aeródromo, como así he bautizado al recorrido que me lleva por el Camino del Bajo Peral hasta el cuatro y pico y me regresa por el camino que pasa por detrás del aeródromo para terminar en el Camino del Peral y desde ahí a casa. Salí con buen ritmo y pocas molestias y pude ir medianamente cómodo para iniciar lo que pretendía ser un interval exigente. El primer cambio de ritmo, de minuto y medio no fue mal, el segundo, ya en las cuestecillas del Camino del Bajo Peral costó un poco más por sentirme algo agarrotado, aún así, el regreso hacia el aeródromo fue más cómodo debido a la pendiente a mi favor, pero no era el día de mi rodilla, así que no terminé de ir cómodo. Eso sí, los cambios fueron cada vez más rápidos y las recuperaciones más lentas, al trote, y acorté finalmente las mismas también a minuto y medio.

Nada muy reseñable en este entreno, salvo que hice otro entreno de calidad y que estoy deseando superar estas molestias para "meterme caña de la buena". Si no es así no llegaré a la Maratón de Castellón con las garantías de poder disfrutarla al ritmo que me he marcado como objetivo.


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