RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 21 de octubre de 2016

LUNES 10: EL INTERVAL QUE ME HIZO SENTIR BIEN. 13 KMS

Aquel lunes era el lunes en el que un montón de cosas volvían a reiniciarse, como el viejo servidor de esa vieja empresa que cada lunes es encendido para indicar de esta forma que se vuelve a la actividad diaria. El fin de semana había sido fructífero y estaba contento por ello, pero ese punto de vista tenía más que ver con Mercedes y nuestro reto en la Doñana Trail; lo de comenzar con fuerza el lunes tenía que ver más con mi objetivo de coger sensaciones y alcanzar un mejor tono, algo que me está costando. Cogí el Camino de Membrilla ya de noche y me ví a buen ritmo prácticamente desde el comienzo, realizando cambios constantes de 2,5 minutos. Todo fue creciendo y sobre todo cuando la pendiente me fue benévola donde comencé a estirar zancada para tratar de rememorar viejos tiempos. Más que el ritmo alto lo más me interesa es poder llevar un ritmo cómodo lo más intenso posible y sin molestias, y eso, en gran medida es lo que conseguí ese día; me ví regresando por la vía de servicio a una cadencia esperanzadora y con la moral alta por sentir que estaba cumpliendo un buen entreno, de esos que necesito para cumplir ese objetivo particular antes comentado. Así que completé los 13,10 kilómetros del circuito con buenas sensaciones, con fuerza, prácticamente sin molestias y quedé totalmente satisfecho.

Ya en casa estiré un rato y eso me ayudó a alargar un poco más mi positivismo.

 

No hay comentarios :

Publicar un comentario