Va a ser que no. Por la mañana me levanté con la idea de mirar en el árbol y encontrar el regalo tan deseado pero no...., va a ser que en otra ocasión. Ante tal decepción toco ir a Linares a comer en casa de mis suegros para que los niños recogieran sus regalos y al paso traernos a la peque que se había quedado allí durante tres días. Tras comer regresamos y con las tardes tan cortas nos tocó salir a correr a Merche y a mi ya de noche. Al menos el entreno propuesto sintió más o menos bien a mi mujer: largo calentamiento de 6 kilómetros para luego hacer dos subidas al Cerro del Ángel, a ritmo exigido para ella, no así para mi. El regreso lo hicimos a ritmo vivo y pese a las molestias que ella tuvo podemos calificar la sesión de positiva. En cuanto a mi, me encontré mucho mejor que en los dos días anteriores, la cintura me dio una tregua. En casa hice multiples y variados ejercicios de fortalecimiento de la zona.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
sábado, 9 de enero de 2016
MIÉRCOLES 6: ¿ME TRAERAN LOS REYES UNA PELVIS NUEVA?
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
11:05

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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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