RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Y SI LO VUELVO A INTENTAR?

Si te caes vuelve a levantarte, si tras esto vuelves a darte de bruces contra el suelo haz de tripas corazón y lo vuelves a intentar; si no has tenido suficiente y vuelves a morder el polvo, no lo dudes ni un instante, incorporate y sigue peleando. Así te garantizas que en tu batalla sigues estando vivo.

Ya no me acuerdo de aquellas sensaciones en los entrenos cuando estaba en plena forma. Quiero recordar que era una sensación similar a la de flotar, moviendo las piernas sin casi esfuerzo, haciendo kilómetros, sintiéndome ligero y disfrutando, siempre disfrutando. Las piernas me pedían guerra día tras día y me sentía dueño de mi mismo. De eso hace más de dos años y medio y ha quedado atrás, desgraciadamente muy atrás...

Para llegar a aquel estado tuve que darme algún golpe que otro, tuve que luchar contra los elementos y casi sin esperarlo allí me encontré, donde jamás esperaba que me encontraría. Pero aquello se terminó, y han venido grandes bajones, importantes decepciones, ya nada ha vuelto a ser como fue..., y sin embargo sigo intentándolo con la esperanza de que todo aquello regrese. Juego con la ventaja, o quizá con la desventaja, de que ya sé que se siente, y ahora no hay sólo esperanza, ahora también hay añoranza.

Tres ultras y cuatro maratones después Roma ha quedado demasiado lejos en mi memoria, como si hubiera sido otro el que estuvo allí. Afortunadamente no todo ha sido malo: he corrido muchos, pero que muchos kilómetros, he aprendido a tener paciencia y a desgastar las zapatillas..., muchos pares de zapatillas. La montaña me ha saludado y he contado las horas mientras corría, muchas horas sin parar. Pero...., añoro esa sensación de ir a 3´50´´ y sentir que floto, no costarme....

En diciembre correré por segunda vez la Maratón de Málaga, en esta ocasión lo haré con Mercedes, mi gran activo y mi gran ilusión en esta nueva etapa que vivo como corredor. Hace dos años me tocó entender mi declive en dichas tierras andaluzas, en aquella extraña e inolvidable maratón que decidí terminar por terminarla, pese al gran dolor, y de la que tanto aprendí. Cuando hayamos cruzado la meta, que es lo que espero, Mercedes habrá cumplido un año magnifico con dos maratones, cinco medias, algún podium en montaña y sobre todo grandes marcas, progresos y sensaciones; se me ha convertido en una fondista incansable. Será entonces el momento de volver a reflexionar y tratar de marcar nuevos objetivos para mi y no escudarme en los de ella para eludir desafios propios. Espero que 2016 sea un buen año, porque 2015 habrá sido el año de Mercedes, desde luego no el mío.

Bueno, tras la semana pasada en la que completé 94 kilómetros, y algunos de ellos a ritmos míos, necesito hincar el codo en la tierra e incorporarme, que ya dura demasiado la última caída. Si en tres meses consigo ponerme a tono y olvidar las lesiones podría verme flotando nuevamente en una maratón: ¡menudo sueño!




4 comentarios :

  1. Estoy contigo Javier, ese es el espíritu que debe de animarnos, el objetivo es el camino que hemos de recorrer, estas en la salida de un gran año, lo que has de tener es paciencia, ya que lo demás lo tienes, perseverancia, capacidad de sacrificio, constancia y sobre todo calidad, eres muy joven, tienes por delante un gran futuro, así que aquí adelante Javier.

    Saludos, Emilio Díaz.

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    1. Tú que me sigues ya para tres años sabes bien mi historial y como he pasado por más sombras que luces. Me conformaría con disfrutar entrenando y competir un poco. Este año no lo he hecho apenas, pero es que tampoco he podido. Además, sabes que con el tema de Mercedes he tenido que elegir entre si dedicar parte de mis entrenos a ella. En invierno no tiene donde ir a correr sola y de noche. Pero bueno, estas son las cruces que cada uno porta. ¡Que te voy a contar a ti, que llevas a cuestas una bien grande!. Un abrazo

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  2. Por calidad y capacidad de trabajo no dudo que estás en condiciones de mejorar lo de Roma, si de verdad quieres ir a por ello quizás deberías realizar un plan más específico y ponerte en manos de un entrenador experto que saque lo que sin duda tienes dentro. Suerte.

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    1. Jejeje, la verdad es que no sé si hay algo bueno dentro, y supongo que un buen plan y dedicación más profesionalizada ayudaría a despejar la duda...pero me conformaría con disfrutar de los entrenamientos y poder competir. No me atrevo a competir, de hecho la última vez fue en Cáceres, en minitrail. Pero entonces me encontraba bien... Espero que vayas saliendo poco a poco de tu pequeño via crucis. Suerte que al menos has encontrado el equilibrio usando la bicicleta. Un abrazo

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