RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 1 de abril de 2015

MARTES 31: MARZO SE ESFUMA CON BUENOS NÚMEROS

Se nos ha ido marzo, y para mi ha sido un buen mes: por fin regresa el buen tiempo, las tardes se alargan, y sobre todo, me estoy encontrando bien; enero y febrero supusieron la siembra y marzo ha sido el de recogida de los primeros frutos. Ahora sí sé dónde han ido todas aquellas noches frías que me tocó vivir, muchas veces corriendo sin ganas, sin norte. Sí, un mes más se nos va y miramos abril con nuevos ojos, esperando que la rueda siga girando y que no haya muchos obstáculos en el camino. Llevo cuatro años y medio sin dejar de correr: en 2012 cogí el hábito de entrenar 5 veces por semana, ese hábito cambio a partir de 2013 pasando a 6 sesiones, pero en este invierno no he tenido descansos pasivos, y no puedo decir que me haya ido mal.

En esta semana estoy consiguiendo añadir bastantes kilómetros en el saco, en gran medida debido a la buena acumulación hecha este fin de semana pasado y también a que me encuentro de vacaciones. En los primeros 4 días que van del sábado al martes he logrado sumar unos 68, lo que me deja el camino allanado para lograr los 100. Hoy toca salir y debo hacer una tirada media-larga a poder ser en progresión. El jueves y el viernes estaremos en Calpe, en la playa, y alli también habrá que correr, si puede ser sobre la arena.

Pero hablemos de ayer. Mercedes estaba convencida para volver a correr en lo que suponía su quinto día seguido entrenando (estoy tratando de evaluar si esto le va peor a su pequeña lesión o por el contrario supone una forma de recuperar). Así que salimos antes del anochecer con la idea de hacer unos 10 kilómetros. Salimos suavito en lo que para mi iba a ser un descanso activo, y pronto me dí cuenta de que estaba bastante cansado tras el muy buen entreno del día anterior. Mercedes no iba mal, pero en mitad de la sesión comenzó a sentir la punzadita que se le pone, ya no en la cadera, sino ahora se le ha trasladado a la ingle, en la zona del abductor. Fuimos cogiendo ritmo hasta ponernos en 5´45´´ ya bajando por el Camino del Peral y luego tiramos por el camino que rodea el cementerio y fue allí donde el dolor se le agudizó a mi mujer. Tuvimos que parar y estirar unos segundos, y ya pudo seguir aguantando un poco la molestia. Hicimos finalmente poco más de 10 kilómetros en una media discreta de 6´03´´, pero como digo, todo suma.

Merche hoy se encuentra bien de nuevo, ya que en reposo le deja de molestar para luego surgir la molestia a los 30-40 minutos de comenzar. Hemos aprendido que entrenando a diario no va a más, de hecho, como decía, el dolor ha cambiado de sitio y ya no le molesta la cadera, lo cual era mucho más incómodo, sino que donde siente el problema es en la parte del abductor.

Habrá que seguir viendo la evolución, pero Helsinki, sin estar a la vuelta de la esquina, comienza a acercarse.


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