RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 23 de marzo de 2015

LA CRÓNICA DE LA MM DE BOLAÑOS 2015: CORRIENDO COMO EN PRIMAVERA DE 2013

Día importante el que tenía marcado en mi calendario tras no haber competido desde aquella mañana de noviembre cuando se disputó la Maratón de Valencia. Han sido muchas semanas duras pero muy fructiferas, llenas de sesiones intensas y pocos descansos pasivos, prácticamente 1 en tres meses. No sabía como me iba a encontrar cuando me pusiera a correr de verdad y eso me creaba gran incertidumbre y cierto temor, sin embargo no estaba nervioso, de hecho dormí de un tirón la noche antes. Amaneció el día con llovizna y Merche y yo nos fuimos con tiempo de sobra a Bolaños. Pese a que el cielo amenazaba jarreo, resultó que a la hora de la carrera apenas hacía viento y no llovía, además teníamos la temperatura perfecta, unos 10 grados, así que no había excusa para evitar dejarse la piel. Tras seguir el ritual: charlar con los amigos, recoger la bolsa del corredor y sobre todo conocer y charlar con Eusebio, un amigo seguidor de mi blog afincado en Sevilla pero nacido en Malagón, calentamos un rato y nos fuimos a línea de salida. Después la foto de rigor con mis compañeros del Pozo Norte:


Se dio el pistoletazo y yo partía por delante, Mercedes en la zona de detrás. Desde el comienzo comprobé que no iba a ir tan cómodo como yo había pensado tras las buenas sensaciones en mis entrenos, y es que mi nueva forma de correr no es lo que se dice "relajada". En cualquier caso sí que noté que pronto se estabilizaban las pulsaciones y que mi ritmo se movía por debajo de 4´el kilómetro, y hacía tiempo que no me veía en esa situación lo cual me hizo sentir bien. Como el Garmin se había quedado en casa, fui tirando de crono: kilómetro 2 en 7´50´´, y como el primer kilómetro lo había pasado en 4´01´´, había marcado un 3´49´´ en el segundo y yo sin enterarme. Me veía sin sufrir, que no cómodo y por ello fui adelantando gente, poco a poco, sin cambios de ritmo bruscos. A pesar de ser 700 corredores en competición, me tocó ir en muchas fases de la carrera solo, como se aprecia en la siguiente foto:


En el 4,5 alcancé a Francisco Javier Trujillo, compañero del club con el que en la edición anterior había compartido el 80% de la carrera, pero descubrí que él iba un poco forzado, y ya en la prolongada cuesta de casi un kilómetro decidí tirar, no para fastiarle, sino para seguir mi camino. El kilómetro 5 en 23´32´´, es decir a una media de 3´55´´ y sin problemas para perpetuar esa cadencia; lo más importante es lo bien que iba de pulsaciones y que las piernas iban sin notar carga. Gestioné la cuesta y llegó la bajada, pero no forcé en la misma. Llegué a la recta que lleva a la zona de camino y en esa fase se me hizo un poco pesado, quizá el peor momento de toda la carrera. Pero todo pasa y pronto cayeron el 8, 9, 10 y 11 manteniendo el ritmo, desde el octavo kilómetro asociado con un corredor que decidió seguirme y que llevaba una zancada similar a la mía. Pasé por el kilómetro 10 en un buen crono de 39´05´´ y fue entonces cuando supe que no iba a pegar bajón porque seguía entero, no iba sufriendo. Pasamos por el arco de meta y quedaban ya menos de 10 kilómetros, por la cabeza se me pasaba la idea de que todo estaba hecho, ¡buena señal!. 


En el 11,5 y medio alcanzamos a mi buen amigo Kino que iba muy cargado debido a la maratón de Barcelona de la semana anterior; sin duda hizo bien en aflojar, quizá no debería ni haber corrido,  y mi compañero y yo continuamos progresando, pero comencé a sentirme tan  pletórico que me fui adelante dejando atrás a mi acompañante. Seguí cazando corredores, algo que no dejó de ocurrir durante toda la carrera y los puntos kilométricos aparecían ante mis ojos con relativa facilidad, sin duda los mejores momentos de la media. Volvimos a pasar por la zona donde más gente se agolpaba, desagradable por el adoquinado llano pero mojado, que provocaba que mis zapas se escurrieran. Alcancé la calle donde comenzaba la cuesta y apreté los dientes totalmente concentrado en que no se me fuera mucho la media que tan bien estaba manteniendo, y se hizo dura pero menos de lo esperado. Necesité algunos metros ya en la bajada para recuperar las piernas, pero pronto mis músculos se volvieron a soltar y volví a coger ritmo. El 17 en 1 hora 7´30´´, si no abandonaba la marcha que llevaba podría bajar de 1 hora 23 minutos. El final sin duda fue lo más estimulante, porque pude compararme con las sensaciones del año anterior, cuando me vino larga la distancia y además terminé medio hundido y en 1 hora y 26 minutos. Sin pasarlo mal, adelantando gente, cayeron el 19, el 20 y el último kilómetro no se me hizo tan largo como suele acostumbrar, incluso me dio para alcanzar a otros dos corredores más y afrontar la meta esprintando para lograr bajar del 1:23, algo que conseguí con un tiempo final real de 01:22:55, 45º de la clasificación y de haber sido Veterano C (algo que ocurrirá dentro de menos de cuatro meses), me habría quedado 5º de mi categoría a 3 segundos del cuarto y un minuto del tercero.




Tras comprobar que no había daños colaterales eché unos sollozos; han sido muchos meses, demasiados, sin correr tan rápido. De hecho no lo hacía asi desde mayo de 2013 cuando paré el crono en 40 segundos menos en la Media Maratón de Almagro. No en vano esta ha sido mi tercera mejor marca en la distancia pero siendo dos años más viejo después de mi gran pico de forma. Por tanto creo que los entrenos han dado resultado; ahora a tener los pies en el suelo y a no ser ambicioso, simplemente a hacer kilómetros y a conservar el ritmo que ya tengo en las piernas. De las nuevas sensaciones que he tenido en esta mi nueva etapa destaco mi forma de correr más desgarbada, más agresiva, más incómoda, pero también menos dañina para mis músculos. Terminé sin molestias musculares y hoy ya estoy deseando entrenar, esto último quizá sea lo más importante de todo, más allá del rendimiento obtenido.

En cuanto a Mercedes: su carrera era otra, la de rodar la media de cara a Helsinki. Se encontraba en esos días que tienen cada mes las mujeres y eso le afecta mucho. Además iba sola, sin mi referencia, y esto le ha de venir bien para que se vaya acostumbrando a lo que se va a encontrar en su primera maratón en tierras escandinavas. Según me contó después fue cómoda instalada en un ritmo de 5´30´´ hasta que comenzó a notar molestias en su cadera izquierda, que ya le venía avisando desde la MM de Valdepeñas. Aún así se asoció con un runner que llevaba su mismo ritmo ("el maromo" que se ve en la foto), y eso le ayudó a llevarlo mejor.


A partir del 11 comenzó a sentir los dolores comentados y aún así medio que mantuvo el ritmo. Por suerte en el 15 la alcanzó María Angeles Lozano, la hermana de Kino, y le llevó el ritmo hasta el final. Sin pasarlo del todo mal, no se quedó totalmente satisfecha sobre todo por las molestias. En cualquier caso 1:57 es una buena marca para ella, concretamente su tercera mejor marca








Por último reseñar uno de los acontecimientos de esta media: haber conocido a Eusebio. Un corredor muy afable, y que tiene un merito tremendo lo de llevar tantísimos años corriendo. ¡Quien pudiera decir lo mismo!. He aquí Eusebio en plena faena.





2 comentarios :

  1. Felicidades a los dos Javier, me alegro mucho que te hayas sentido de nuevo tan rápido, es una gran marca que augura volver a la senda sub3h en el Maratón, enhorabuena

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    1. Gracias, por ahora sólo pienso en conservar el estado de forma, porque aún quedan 5 meses para Helsinki, y por tanto, en realidad, el plan específico no lo he comenzado aún. Quiero sacar kilómetros, pero para mi es importante comprobar que a estas alturas del año ya me encuentro bien. Lo dicho, espero que esto no sea un pico de forma. En cuanto a Mercedes su problema es otro: tiene molestias y está verde. De ritmo más que de sobra conforme quiere correr en Helsinki; su problema es que no está acostumbrada a acumular kilómetros y lo tiene que hacer para afrontar con ciertas garantías de éxito su primera maratón (que con terminarla ya habrá cumplido su objetivo)

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