RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 17 de noviembre de 2014

LA CRÓNICA DE LA MARATÓN DE VALENCIA. LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES HAY QUE APROVECHARLAS

El día previo a la maratón

Viajamos los cuatro rumbo a Valencia y nos inflamos a pasta en una conocida franquicia llamada "Muerde la Pasta" en el Centro Comercial Bonaire a las afueras de la capital de la Comunitat Valenciana. Mi recarga de hidratos fue absolutamente espectacular y se produjo casi de golpe porque en los días anteriores apenas había seguido ningún procedimiento alimenticio adecuado a los días previos de una maratón. Mi estómago se sentía tan lleno que era como si perteneciese a otra persona. Por la tarde fuimos a la habitual recogida de dorsal, que no se quedará grabada en mis recuerdos debido a la falta de pasión que estaba poniendo en toda esta aventura. Fue reseñable encontrarme con Fran Serrano Marín, un chaval cuya cara reconocí inmediatamente, él se paró para saludarme y me dijo que era de Valdepeñas pero que vivía en un pueblo de Toledo. Curiosamente es seguidor de este blog; su cara ya me había sonado en el 10.000 que corrimos Mercedes y yo en Mocejón esta primavera. Era su primera maratón pero tenía claro el ritmo a seguir y el objetivo lo cual ya es mucho. He tenido la ocasión de charlar después con él y se le dio bastante bien: 03:24 a pesar de que en los últimos kilómetros le sorprendió el tío del mazo, cosa que suele ser habitual aunque queramos evitarlo.

Ya en el pabellón donde daban los dorsales y la bolsa del corredor pudimos inmortalizar  algunos momentos: en la primera foto se me ve con Inés en el cajón segundo de una larga hilera de cajones. Ni que decir tiene que sigo viviendo de las rentas obtenidas en la Maratón de Roma.



No faltó un clásico, la foto con el dorsal: últimamente me persigue en tres ya que casi todos mis dorsales de este año han terminado en ese dígito (183 en la Madrid-Segovia, 83 en el Trail Maratón Nocturna Camins de Cabres, el 463 el dorsal que tengo en el Circuito de Carreras de Ciudad Real, y ahora el 1303). Esto no significa ni más ni menos que desde mi fiasco en febrero en la Maratón de Sevilla, y salvo el Trail Sierra de la Mosca en Cáceres y la QTC de la Quijote Legend (dorsal 382), todas mis siguientes carreras las he corrido con un dorsal terminado en tres. ¿Habrá sido mi mantra de 2014?


En el muro de los deseos me obligaron a escribir uno y yo escribí "A por las 03:03:59, mi segunda mejor marca en maratón". Jorge, a su vez, deseó que su padre volviese a bajar de las 3 horas. No se cumplió ni su deseo ni el mío, por razones obvias. Mercedes pensó en 03:12, y se hubiera llevado el gato al agua...






Después tocó ir de compras, lo peor del día, y de esa parte no hay fotos ni falta que hace. Al final terminamos comiéndonos una macro pizza en el apartamento con la que logré rematar la tarea de recarga. Me acosté cansado y con el estómago repleto y por suerte pronto caí en un profundo sueño....

Me desvelé en mitad de la madrugada sin saber qué hora era. Busqué el móvil para comprobar que eran las 04:50. Volví a cerrar los ojos y entré en una duermevela hasta que a eso de las 06:20 me levanté y comencé el ritual típico: ducha, desayuno, preparación de la ropa, etc, etc.

Llegó el día señalado

Llegué al Parking del Centro Comercial Aqua donde dejé el coche y con suma tranquilidad, cero nervios, dejé la bolsa en el guardarropa y me fui a la zona de salida, en mi privilegiado cajón. Allí busqué con la mirada encontrar alguien conocido pero no hubo forma. Me hubiera gustado cruzarme, por ejemplo, con Nacho, de Aupa Nacho, que salió del mismo cajón que yo, pero se ve que llegó más tarde y fue imposible coincidir. Por cierto, enhorabuena para él por su TREMENDA MARCA: 02:40 siendo Veterano B. ¡¡Aupa Nacho!!.

Sonó el pistoletazo y salí como un autómata, sin alma alguna, dispuesto a no pensar, simplemente a llevar el ritmo planificado: 04:25-04:30....

Los diez primeros kilómetros

Las piernas comenzaron respondiendo muy bien. Me sentía sorprendetemente suelto y no me costaba correr al ritmo previsto. Como viene ocurriendo el Garmin comenzó a desfasar con los puntos kilométricos un montón, lo cual siempre es un handicap para controlar tu cadencia real, en cualquier caso fui haciendo cálculos y decidí que el ritmo elegido era el apropiado. Muchos codazos y algún tropezón en los dos primeros kilómetros, pero luego, como suele ocurrir, se fue despejando un poco más resultando más fácil avanzar.

Alcancé los primeros cinco kilómetros en el primer control de la organización, con un crono de 22:17, a 4´27´´ de media. Mi Garmin había marcado 21:47, saliendo una media de 6 segundos menos por kilómetro, pero eso esto es una mera anecdóta. En el primer avituallamiento rompí con la tradición de beber nada más que agua y agarré una botella de isotónica con electrolitos,  por aquello de los calambres, el gran coco que habitaba en Valencia durante estos dos años atrás. En cuanto a mis compañeros de viaje, casi nadie se quería quedar conmigo, unos adelantaban y a otros los pasaba yo, salvo una chica bajita con la que coincidía en paralelo en muchas ocasiones, como si nos fuéramos buscando por eso de llevar un ritmo similar.

Entre el 5 y el 15

Estaba ansioso por la idea de que avanzaran los kilómetros pero éstos no iban a llegar más rápido de lo que mis piernas me movían. Sin embargo, más allá de la incomodidad de bracear llevando la botellita de isotónica, no me costaba mantener una cadencia que estaba sintiendo en mis piernas y eso me hacía encontrarme bien. La chica extranjera había puesto pies en polvorosa en el 7 y yo la dejé ir por eso de dar un cambio que luego me pasase factura. En el kilómetro 10 comprobé como mi ritmo seguía estable aunque lo había avivado un poco, 04´21´´ según el Garmin, y 04:25´´ según el tiempo de paso en el punto kilómetrico: 44´15´´. Hacía unos minutos que había visto por primera vez en la carrera a Merche y a los niños y me había dado una botellita con mi isotónica neutra. 

He aquí una foto de ese encuentro


Fue echármela a la boca y sentirme reconfortado (lo que hace la costumbre). Al poco tiempo logré volver a cazar a la chica extranjera sin casi darme cuenta y volvimos a compartir un par de kilómetros.

Hasta el 15 más de lo mismo: las piernas intactas, disfrutando de la gran animación en las calles y de una temperatura perfecta. Además, había duchas para los corredores a los que como yo preferimos ir bien fresquitos, así que en cuanto veía la oportunidad me colaba bajo el aspersor del camión de bomberos de turno. El punto kilómetrico 15 me marcó un tiempo de 1 hora 6 minutos y 24 segundos. Había pasado el primer tercio de la maratón en 1 hora y dos minutos y todo iba según lo esperado, clavando los ritmos en 4´25´´.

Entre el 15 y el 25: surge lo inesperado 

Parece ser que está escrito que desde Roma cuesta disfrutar de una maratón sin sobresaltos o disgustos, o ambos. Ya desde el 14 iba sintiendo unas ligeras molestias en los dichosos isquios de mi pierna derecha, mi zona débil, pero tras todo un año corriendo por montaña, haciendo ultras y tiradas de más de 50 kilómetros, lo de mi lesión del año pasado había pasado a ser un mal recuerdo así que no le dí la mayor importancia, sin embargo en el 16 sentí como se me agarraba de repente el músculo desde la inserción en la parte posterior de la rodilla hasta la zona media. Fue una mezcla de contractura y calambre, pero no lo suficientemente intensa como para dejar de correr. En seguida pensé en Málaga y en una odisea semejante, pensé que terminaría retirándome y que eso era algo que no me podía volver a ocurrir porque había venido a Valencia a que mi mujer y mis hijos me pudieran ver llegar "corriendo sobre el agua" y resarcirme así de aquella dichosa maratón de hacía dos años cuando se murieron esperándome mientras yo iba camino del hospital. Sea como fuere de algo me ha debido servir las largas jornadas corriendo, la Camins de Cabres cuando estuve 8 horas de noche sufriendo en la montaña, la Madrid-Segovia tras 12 hora y pico de aventura., etc, así que traté de ser positivo y ajustando mi zancada me marqué el objetivo de descargar la zona lo mejor posible. Por suerte el músculo se fue relajando y sólo quedó una molestia constante que se agudizaba en las bajadas por poca pendiente que tuvieran. Los siguientes kilómetros fueron los del "cruce de dedos" rezando por que no me diera ningún latigazo. Para no tener pensamientos negativos iba chocando las manos de los niños que se agolpaban en los laterales, esperando llegar al siguiente avituallamiento para coger una nueva isotónica, cosa que hice y tras sacarme dos pastillas de sales, me las tragué con la esperanza de que ayudasen a resolver mi problema; el caso es que la pierna me dejó seguir corriendo prácticamente al mismo ritmo, pero me encontraba tan entero que me daba rabia no poder meter una marcha más por miedo a males mayores. En el 19 estaba Mercedes y le dí la mala noticia, no quería preocuparla pero pensé que merecía saberlo.

Sin embargo la cosa no empeoró y pude pasar la media maratón en 1 hora 33 minutos 19 segundo, conservando la media de ritmo. Los siguientes cuatro kilómetros fueron los de la tranquilidad al comprobar que el músculo no se me cargaba y en el 24 de nuevo pude ver a Merche y le comuniqué que todo iba mucho mejor al tiempo que recogía de su mano una nueva botellita de mi isotónica neutra.

Esta foto es de ese momento


El kilómetro 25 fue alcanzado en 1 hora 50 minutos y 48 segundos, es decir, había hecho algo menos de 4 kilómetros en 17´29´´, es decir, manteniendo la media.

Entre el 25 y el 35

Esta fase de la maratón la bautizaré como la del recuerdo. Me la pasé rememorando como había transcurrido Valencia en 2012, cayendo en picado, o Castellón 2012 cuando me puse a correr como un poseso, o Sevilla 2014 cuando sentí que me venía abajo. En esta ocasión los recuerdos fueron siendo comparados con la experiencia que estaba viviendo. Las piernas iban bien, la molestia remitía por momentos y prácticamente me la había sacado de la cabeza, y ya iniciaba la cuenta atrás. Justo nos tocó pasar por zonas muy concurridas, con una animación increíble y eso sin duda que ayuda. El kilómetro 28 fue pasado en 2 horas y 4 minutos y sabía que tenía que correr muy mucho para acercarme a las 3 horas, para hacer el tiempo que había puesto en el muro de los deseos. No esperaba un subidón como en Castellón 2012, tampoco esperaba un hundimiento como en Valencia 2012 y efectivamente no ocurrió ni una ni otra cosa. Pasé el 30 en 2 horas 13 minutos y ocho segundos, justo a tiempo de dar un cambio de ritmo, ponerme a 4´10´´ y conseguir mi mejor segunda marca en maratón, pero no era cuestión de tiempo, sino de forma, la forma con la que había llegado a Valencia: lento pero seguro y no muy acostumbrado a ritmos altos. Bastante iba a hacer tratando de conservar el ritmo medio, algo que hasta ese momento había conseguido. En el 31 me alcanzó un grupo que llevaba un ritmo constante y no muy superior al mío, así que me asocié y pude compartir al menos 2 kilómetros con ellos.



Me pasó factura el esfuerzo de inmediato y comencé a realizar kilómetros 20 segundo más lento que el ritmo que estaba llevando:  4´40´´-4´45´´ algo que no había sucedido hasta ese momento. Aún así pude adelantar a la chica extranjera a la que parecía que el esfuerzo le estaba haciendo pagar peaje.

El kilómetro 35 fue el último en el que avituallé una botella de isotónica de la organización y también aproveché para coger un cacho de plátano. Me costó beber, más aún me costó echarme a la boca el plátano, pero lo necesitaba para acometer lo que me quedaba de prueba. Además, el estómago no iba tan cerrado como en otras ocasiones. En cuanto al paso: 2 horas 36 minutos 21. Echando cuentas todavía podía estar en un tiempo similar a Castellón, 3 horas 4 minutos largos, pero para ello había que recuperar el ritmo de antes, algo que mis piernas ya no eran capaces de conseguir. Y fue aquí donde se constataron tres hechos: 1º, mis piernas no estaban preparadas para un esfuerzo de ritmos medios-altos durante tanto tiempo; 2º, el ultrafondo me ha dado capacidad mental para no dejarme caer en barrena y simplemente desde el 35 me dediqué a continuar con la cadencia tratando de que no cayese mucho más el ritmo, 3º: no había traído a esta maratón un objetivo claro por el que sufrir y ya en tierra de nadie pasé a conformarme con mejorar mis 3´22´´ de Estocolmo, algo que estaba prácticamente hecho, eso sí, muy lejos de mis 2´58´´ de Roma y también ante la imposibilidad de mejorar lo hecho en Castellón, marcas que yo sabía que no traía a Valencia en mis piernas.

Entre el 35 y el 42

Con el piloto automático en modo ultramaratón fuí devorando metros a un ritmo que me parecía cansino y que se movía en una media de 4´55´´. Sin sufrir de verdad, con cierta incapacidad para aumentar mi velocidad, y contrariado por ver como la gente me adelantaba a ritmos más vivos. Cierto es que también adelanté a mucha gente que ya se caía de maduro o que se veía sorprendida por calambres de últimísima hora. Yo estaba seguro de que ya no iba a tener calambres ni nada extraño, y que tan sólo tenía que tomármelo en modo "ritmo cansino". Lo mejor de aquí al final fue el apoyo de la gente, totalmente volcada con el evento. Impresionante ver tanto público agolpado a ambos lados del recorrido y que por momentos recordaba a la subida a un puerto del Tour de Francia.

Pasé el kilómetro 40 en 3 horas y un minuto, con un desfase en mi Garmin de más de 500 metros y vislumbré los increíbles edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. ¡Ya estaba hecho!; la pena es que no podía apretar, las piernas no iban, a pesar de que no iba falto de fuerzas. Llegó el 41 y casi sin querer llegó el 42 y tras esto el final, que con la emoción salió en unos dignos 4´39´´ según el Garmin.

Apareció la última curva, la plataforma sobre el agua y ahora sí que estaba terminando mi maratón en Valencia, no como hace dos años. El pobre de Jorge trató de grabar un vídeo con su móvil y no le funcionó la tecnología, y con ello nos privó de una foto casera memorable. Aún así yo he rescatado una foto de esas del proveedor de la organización y que hay que pagar por descargarse, la he recortado y al menos sirve de recuerdo para comprobar mi llegada y mi esfuerzo. 


Y como chapuza final, la imagen pegada del vídeo de la llegada:




3 horas 11 minutos 47 segundos, a un ritmo medio de 4´34´´; puede que no sea un gran crono para mi si lo comparo con Roma, pero sí lo es si lo comparo con los desastres de Málaga, debido a la lesión, y Sevilla, la maratón del hundimiento. En esta ocasión no hubo bajonazo, cierto es que tampoco logré mantener el ritmo hasta el final pero eso ya me lo esperaba, de ahí mi negativismo bien transmitido en este blog en estas últimas semanas. La verdad es que no he llegado bien preparado a lo que es el formato competitivo de una maratón; sí que estoy para hacer kilómetros y kilómetros y sí que recupero rápido muscularmente, pero esto no ha sido la Madrid-Segovia, está claro, ha sido más duro. Por sacar un dato positivo esta ha sido mi segunda maratón junto con Roma en la que no he andado ni un segundo. Incluso en Castellón sucumbí a la tentación de andar durante algunos instantes en los últimos kilómetros. 



Para finalizar, emulo a Rafa Nadal y muerdo mi medalla, la medalla que no pude morder en 2012.





Gracias a los que me habéis seguido y me habéis apoyado, en especial a Emilio y a Kino. Enhorabuena a Fran, a mi prima Begoña que ha bajado de las 4 horas, 3 horas 54 minutos, ¡pedazo de registro!, enhorabuena a Julián al que conocí en la Quijote Legend que se ha acercado y de que manera a las 3 horas, haciendo 3 horas 2 minutos, todo un crack. Enhorabuena a la hermana de Kino Marí Ángeles que finiquitó otra maratón en un buen crono, y que está hecha toda una maratoniana como su hermano. Enhorabuena de nuevo a Nacho, de Aupa Nacho, todo un maestro para los humildes populares y un tío estupendo.

No se me olvida felicitar a la organización por un evento tan bien organizado en todos sus aspectos. El cambio de recorrido es todo un acierto, el público es increíble y Valencia se está ganando a pulso la denominación de "Ciudad del Running". Muchos ya consideran que esta es la mejor maratón de España, así que si estáis dudando dejar de hacerlo, inscribiros para años venideros.

14 comentarios :

  1. Felicidades Javier, por muchas ultras que se hagan, la exigencia de una Maratón siempre es grande, creo que has cumplido con creces. Para mí siempre es un mérito extra acabarla sin ponerse a andar en ningún momento, siempre es uno de mis objetivos, así que enhorabuena de nuevo.

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    1. Gracias Miguel, para mi la maratón es la prueba reina del sufrimiento, por lo menos del sufrimiento que realmente temo. Se puede decir que me he quitado el sinsabor de hace dos años y también el sinsabor de Sevilla. El crono puede mejorar pero no me preocupa; me quedo con el año completo en el que he conocido el mundo de la montaña y he hecho la Madrid-Segovia

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  2. Muchas felicidades Javier, aunque creo que te obsesionaste demasiado con el crono, veo que también disfrutaste, que ya tienes tablas y que aunque la maratón sea dura tu lo eres más, el tiempo aunque sea lo de menos es bueno y seguro que si te preparas algún maratón especificamente volveras a bajar de las 3 horas, aunque creo que lo principal es ser feliz corriendo y sobretodo motivado por algo que te guste. Muy bonita crónica como siempre. ENHORABUENA DE NUEVO A AHORA A DESCANSAR, A VER SI NOS VEMOS PRONTO.

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    1. Gracias Kino, llevas toda la razón, me obsesioné con el crono antes y durante, aunque sí es cierto que llevé el Garmin para no pasarme de ritmo. No supe correr esta maratón de forma más relajada aunque creo que no me exprimí del todo, quizá por culpa del susto del kilómetro 15. Estoy contento porque siento que este año ha sido completo y me ha servido para hacerme como corredor; digamos que he estado lento pero seguro. En cuanto al reto de tratar de acometer de nuevo las 3 horas en estos momentos en caliente lo estoy deseando, pero voy a dejar que me enfríe para ver como planifico el 2015. Feliz lo estoy siendo y mucho, y motivado lo estoy, pero no lo estaba para esta maratón, quizá por miedo y por falta de tiempo. Por cierto Mari Ángeles es tu hermana y no la de Emilio, como puse (ya lo he rectificado). A ver si coincidimos pronto, cuídate.

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  3. Enhorabuena Javier! Otra gran crónica, tras una gran carrera. Gracias por tus ánimos previos a mi debut. Como bien dices el tío del mazo me llegó al final (con calambres y contractura), pero nada empañó todo lo que sentí y disfrute de la carrera. Espero que esta sea la primera de otras muchas al igual que nuestros encuentros. Espero veros por "algún lugar de la mancha"... O donde nuestra pasión nos lleve.

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    1. Magnifica maratón la que hiciste y después de sufrir los inconvenientes de los últimos kilómetros veo que te has hecho maratoniano. Cuando se termina la primera si nada más hacerlo tienes ganas de repetir se puede concluir que ha nacido un nuevo maratoniano, así que seguro que habrá más para tí, incluso maratones en las que apenas sufrirás y llegarás fuerte. Estamos en contacto y seguro que coincidimos (somos ya muchos pero no los suficientes como para no encontrarnos). Lo dicho, estupendo debut y encantados de haberte conocido

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  4. Una maratón, siempre es una maratón, el saberla gestionarla con la cabeza como muy bien hiciste, en un valor seguro. No habrá sido la mas rápida, pero creo que fue un gran crono, para no estar hipermotivado. Saludos.

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    1. Gracias Tomás, he querido este año, como se dice en mi tierra, estar en el plato y en las tajadas (es decir, abarcar demasiado), y ello me ha permitido disfrutar muchísimo con sensaciones magnificas en la montaña y en los ultras, pero compaginar asfalto y naturaleza no es fácil, sobre todo si pretendes rendir como cuando sólo hacías asfalto. Esta maratón estuvo bien y mi familia me vio llegar, que era lo más importante. Del año me quedo con todo lo vivido que ha sido siempre muy intenso y casi siempre bueno. Un saludo y a ver si me paso por tu blog que os tengo olvidados

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  5. Enhorabuena, sobre todo por disfrutar. Yo seguiré en la montaña y el 2015 ya veremos

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    1. Gracias Fausto. Yo doy por finiquitado el 2015, al menos competitivamente hablando. Correré una media y un 10.000 con mi mujer para echarle una mano. Que se te dé bien lo que resta de año

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  6. Enhorabuena Javier! , has terminado otro Maratón y eso ya es mérito suficiente para felicitarte, si además has hecho un buen tiempo, no siendo el mejor tuyo y en un escenario como Valencia, hay muchas razones para estar satisfecho, algunos nos contentamos con verlo por TV y no abrir los correos de la Organización con las intervenciones para la recogida del dorsal, pero así son las cosas y así hay que recibirlas, espero que el año próximo sea diferente. Lo dicho Javier, ¡ENHORABUENA!, ¡ÁNIMO!, quedan muchos maratones por correr.

    Saludos, Emilio Díaz.

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    1. Gracias Emilio. Una auténtica pena e injusticia del azar todo lo que te está ocurriendo, porque ya tuviste bastante en 2013. Seguro que pronto podrás volver a disfrutar, de hecho ya estás saliendo del problema. Ya sabes: cuánto más dura y larga se haga tu estancia en la cueva más dulce te parecerá el sol que te calentará afuera...

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  7. Aupa Javier!!!
    enhorabuena por esa carrera, recuperaste las buenas sensaciones, y eso es lo importante!!!!
    una pena que no nos vieramos, la espera se hubiera hecho mas corta!!!!!
    veo que no paras, menudo fin de año!!!
    con tanto dorsal en 3, yo compraria loteria de navidad acabada en ese numero!!!
    un abrazo!!!

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    1. ¡¡Aupa Nacho!!. ¡¡¡Enhorabuena por tu marcón!!!. Sí, fue una pena no coincidir. Al fin de año aún le queda un reto que estoy cociendo y que no sé si me atreveré a autoaceptar, pero sí, algo denso en cualquier manera. Lo dicho, enhorabuena por ese carrerón, sin duda que te lo mereces. Un abrazo

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