RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 3 de noviembre de 2014

JUEVES 30: LAS PIERNAS VUELVEN A QUERER CORRER

Sin la rabia contenida del martes el cuerpo me pedía nuevamente batalla pero en esta ocasión y por motivos laborales, se la tuve que dar tras la cena. Llegó un momento en que estuve tentado a no salir a correr y entre pitos y flautas abandoné mi casa a las 23:30 horas, ¡menudas horas de correr!. Sin embargo una vez que te pones no importa tanto la hora; además se corre bien en ese momento del día, cuando no hay nadie por ningún lado. Pronto enganché un ritmo cercano a los 5´el kilómetro y avancé en la noche por el circuito que me gusta llamar "De la Vega del Peral". Regresé por dicho paraje aumentando un poco el ritmo y no se me hizo largo el entreno, pudiéndose decir que hasta disfruté la sesión.

Otros 13 kilómetros.


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