Ayer por la noche, en un auténtico e inesperado infierno, nos acompañó la luna llena, la alta humedad y el mismo diablo que estuvo martilleándonos los oídos repitiéndonos ¿por qué sigues corriendo?, no merece la pena, ¡retírate!. Sin las difíciles condiciones climatológicas y sin el diablillo burlón no hubiese dejado de ser el trail más duro que he corrido con diferencia, porque el recorrido era de alta dificultad en todos los sentidos. Muchos de los que allí nos encontrábamos sucumbimos al sufrimiento y empapados en sudor en medio de la noche o renunciamos o estuvimos a punto de renunciar a consumar el desafío. Yo no me podía permitir una retirada en un año en el que me he propuesto alcanzar todas y cada una de las metas....pero...
En unas horas os cuelgo la crónica del Trail Camins de Cabres y os contaré todo lo acontecido.
Vaya, a veces una retirada a tiempo es una victoria... ya habrá más oportunidades.
ResponderEliminarQuedo a la espera de esa crónica...
Raquel, ¡finalmente no me retiré!, aunque llevas razón, a veces retirarse es lo mejor. A ver sí mañana cuelgo la crónica,
EliminarAunque ya conozco detalles importantes de como transcurrió la aventura, leer la crónica será aleccionador, permitiendo "acompañarte" y aprender.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz.