RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 7 de junio de 2014

Y AHORA.....SIGO CORRIENDO

Reto terminado, reto conseguido y satisfecho, muy satisfecho. Voy alejando viejos fantasmas, malos tiempos y el cielo se abre dejando su color azul más intenso. La montaña me ha aportado cosas que la maratón no ha podido darme: me he sentido vivo como nunca, corriendo a veces solo en plena competición y disfrutando del entorno, sin importarme el crono, no hay que bajar de 3 horas, ni de 4, ni de nada, el tiempo no se rebaja, el tiempo te acompaña. 

No puedo relajarme porque a la vuelta de una planificación, es decir, en poco más de tres meses tengo la Madrid-Segovia, mi segundo intento, mi segunda oportunidad. Ante mi se me muestra una planificación lleno de entrenos largos compaginados con entrenos rápidos, donde espero poder resolver mis problemas digestivos que cada vez más comienzo a asociar con mis calambres. Con poco que he leído he descubierto que mis síntomas podrían estar relacionados con la deshidratación propia de pruebas tan exigentes unida a la no asimilación de los alimentos que meto durante las pruebas, lo que conlleva que el estómago se llene de jugos gástricos y no asimile los nutrientes. Así podrían verse conjugados dos hechos negativos: la pérdida de sal (de Na+, y no tanto de Potasio y Magnesio, donde me había centrado meses atrás), con la debilidad que provoca quedarse sin reservas. Suelo ser una persona que suda bastante, y puede que mi concentración de sal en el sudor sea alta; si no repongo suficiente de este mineral (y no puedo hacerlo si no asimilo), puedo terminar como terminé en la pasada Madrid-Segovia, con un ataque de calambres, a pesar de que me encontraba bien físicamente. 

Por ello mi objetivo es dar con la tecla de la alimentación durante la carrera. Trataré de comer cosas con sal, y menos cosas con azúcar. Tendré que aportar hidratos, por supuesto, pero tengo que conseguir añadir ese aporte en condiciones de calor para comprobar si el problema está ahí. Otro elemento que tengo que despejar es el del Ibuprofeno: desde mi segunda maratón, siempre me he tomado al menos una cápsula de 600 mg para combatir el dolor, y en la Madrid-Segovia del año pasado fueron 1200 mg de golpe y durante la carrera. El ibuprofeno puede provocar un trabajo extra de drenaje para los riñones, ya castigados por el esfuerzo, y sus síntomas secundarios en estas situaciones pueden ser naúseas, no asimilación del alimento, y mayores pérdidas de sales. Osea, que quizá aquí esté otra de las llaves que abren la puerta para que salga eso que me está molestando.

Quedan 3 meses y una semana y ahora es cuando comienza lo emocionante. Tengo que volcar todos mis esfuerzos en este reto, no quiero dejarme nada el tintero...




2 comentarios :

  1. Me alegro de que te estés "reencontrado", aunque creo que siempre lo estuviste, y solo era cuestión de tiempo, para llegar al momento actual. Harás un excelente pape en la Madrid-Segovia. En cuanto a los problemas de digestión en competición, parece que te estas acercando a la solución, conocer las causas que provocan el problema, es la antesala para encontrar la solución.

    Saludos, Emilio Díaz.

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    1. Pues eso espero Emilio, aunque la MS no es una carrera cualquiera, no sólo depende de tu estado de forma. En cualquier caso estoy muy ilusionado

      Saludos

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