RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 7 de junio de 2014

SÁBADO 7: RÉCORD DE KILÓMETROS PARA MERCEDES, 23.250 METROS

Provoqué que madrugase, aunque costó. El despertado había sonado a las 07:30 y me costó despegarla de las sábanas, pero finalmente accedió a regañadientes. Tras desayunar y engancharme la camelbak, llena de agua fresquitas, el móvil y unas pocas gominolas, así como dos dosis de glucosa (para ella, yo no la tolero), nos fuimos rumbo al Paraje de las Aguas por la Carretera de San Carlos del Valle. El día prometía calor, y no nos defraudó, desde el comienzo fuimos notando sus efectos, pero la fui refrescando todo lo que pude. Llegamos al mencionado paraje y allí hicimos un pequeño alto (no llevábamos mucha prisa porque nadie nos perseguía). En la fuente nos mojamos bien, y yo empapé, como suele ser costumbre mi gorra "del desierto". Desde allí pusimos en el Tom tom nuestro siguiente destino, este bien cerquita, El Paraje del Peral y tras cruzarlo sin hacer parada cogimos el Camino Carretas para luego desviar por una senda que nos llevó por un sitio casi intransitable, ya que habían arado y la tierra estaba removida con muchas piedras, así que anduvimos en unos 500 metros hasta alcanzar el sendón en el pie de la Sierra del Peral que nos llevaba al camino de ascensión a los molinos eólicos: el reto del día. Merche iba divinamente, pero por si acaso, cogió una de las dosis de glucosa y se la apretó mientras subíamos a ritmo y sin parar ni andar hasta lo alto del cerro. Sin más dilación y sin descanso bajamos regresando sobre nuestros pasos, pero esta vez hasta abajo del todo, hasta la Carretera de La Solana 


Con unos 16 kilómetros en las piernas, alcanzamos dicha carretera y fue más cómodo correr sobre asfalto, y más viendo a mi mujer que rodaba redonda, sin mayores problemas. Pasamos nuevamente por las inmediaciones del Peral y regresamos por el camino con ese mismo nombre hasta casa. Sólo en los últimos kilómetros Merche comenzó a sentir la carga muscular de un esfuerzo tan largo al cual no está acostumbrada, pero llegamos a casa sin mayores incidencias y contentos por el reto conseguido: 23.250 kilómetros, eso sí en 2 horas y 37 minutos, no teníamos prisa.



2 comentarios :

  1. Javier, muy buena sesión de entrenamiento, Mercedes sigue progresando a buen ritmo, no tardando mucho preparara su primera Maratón.

    Saludos, Emilio Díaz.

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