RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 7 de junio de 2014

LOS ENTRENOS DE ESTA SEMANA MARTES 3 A VIERNES 6

Quedé bastante tocado muscularmente del sobreesfuerzo del domingo. No fueron 50 kilómetros lineales, sino que discurrieron por la montaña, y mis piernas no están acostumbradas a trabajar de esa forma. A pesar de ello, a lo largo de la tarde del domingo y durante todo el lunes pude comprobar como afortunadamente esta aventura iba a terminar con final feliz, sin lesión alguna, y que mis pequeños dolores, sobre todo en la parte interna de la piernas y algo de carga en los isquios de la pierna derecha, pero también en cerca del muslo interno, sólo eran eso, molestias. El martes, Merche y yo salimos rodar muy suave y de esta forma tratar de regenerar. Lo peor fue ponerse, porque conforme fuimos calentando la cosa fue a mejor. Terminamos regresando por la Avenida de las Tinajas a buen ritmo, aunque tampoco interesaba forzar por la propensión que se tiene a las lesiones en las hora siguientes a estos esfuerzos; salieron unos 6500, no más. El miércoles también me decidí a salir, y como cabía esperar me encontré mejor, más suelto, sobre todo cuando calenté. Me atreví con 58 minutos hechos por el Parque Cervantes, la inmediaciones del Cerro del Ángel y los caminos del norte, unos 10500 calculo. El jueves no tuve que convencer a Mercedes para volver a salir juntos, porque para ella es ya una rutina asimilada (se da por hecho que toca correr). Desde el comienzo se notó que ya era otra cosa, que nuestras piernas están recuperadas, así que decidí meter un poco de intensidad, sobre todo para ella, y nos fuimos por el Carreterín que lleva a la Carretera de Daimiel a un ritmo incómodo para mi mujer, de entorno 5´30´´. Luego desviamos por un camino que terminó derivando en la vía de servicio de la AIV y mantuvimos el nivel, sobre todo cuando nos pusimos a llanear y bajar por el asfalto, donde Merche se puso como una moto. Salieron en torno a 8200 metros. Por último el viernes completaba una buena semana, ya sin plan escrito detrás, en el que "a la chita callando" y sumando los 50 kilómetros de la competición del domingo, y podido completar unos 85 kilómetros. En esta ocasión me fui a hacer el circuito de los Cerros de la Aguzadera, alargándolo un poco a la vuelta para que me salieran unos 9500 metros, hechos ya con mejores sensaciones, pero reservando, sin forzar.




1 comentario :

  1. Muchos km para la semana de la QTC, pero si te sentías bien, no hay nada como "aprovechar el tiempo".

    Saludos, Emilio Díaz.

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