RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 23 de mayo de 2014

MARTES 20: DOBLAJE OBLIGADO

 

El lunes un poco obligado por una serie de cuestiones de trabajo y otro poco motivado por la necesidad de descanso, me tomé el día libre en cuanto a entreno se refiere. Por ello el martes me procuré una sesión doble, eso sí, bastante descafeinada, por el hecho de no querer forzar demasiado la máquina. Al mediodía salí a correr en Manzanares por la zona de caminos que mejor conozco, todo para realizar unos 9500 metros caracterizados por el viento y también por mis buenas sensaciones. Fue un entreno hecho en progresión en el que acabé disfrutando para realizar 50 minutos exactos.

Por la tarde me esperaba el entreno con Mercedes. Como ella estaba cargada del esfuerzo del domingo, decidimos ir a la pista, lo cual me aburre bastante, pero sé que a ella le gusta de vez en cuando ir al "viejo polideportivo". Allí hicimos algo que en principio era un poco contraproducente para el estado físico de mi mujer: un circuito con gradas. Estuvimos casi media hora dando vueltas al mismo y nos sentó bastante bien (bueno, a mi mejor que a ella). 

Con este doblaje conseguí unos 14500 que compensaron el descanso del día anterior y sobre todo que me permitieron seguír con el buen ritmo de entrenos de los últimos días.






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