RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 13 de mayo de 2014

LA CRÓNICA DEL 10.000 DE MANZANARES

El sábado por la tarde tocaba correr un 10.000 con Mercedes, el de Manzanares, con un récord de participación de más de 1200 corredores y probablemente récord de temperatura máxima dentro del bagaje histórico de esta prueba, 32 grados. En esta ocasión dejamos a Inés con mis padres y nos fuimos Jorge, Mercedes y yo a la localidad donde trabajo. Una vez en la zona de salida tuvimos tiempo para charlas con los amigos, sobre todo con los del Pozo Norte, algunos del Extenuación así como con mi prima Begoña del Trotón de Almagro, y no necesitamos calentar apenas, porque el ambiente ya nos proporcionaba suficiente calor para salir engrasados a temperatura ambiente.

Aprovechamos que estábamos un buen número de runners del club para hacernos una foto


Y posamos junto a Marisol con nuestra mejor sonrisa...



Y hasta ahí duró el asueto, desafortunadamente. Sonó el pistoletazo y nos vimos abocados a una nueva aventura, esta en concreto verdaderamente dura. Salimos Merche y yo entre una marea de gente, y costaba abrirse camino; pronto descubrí que íbamos demasiado deprisa, aunque viendo la cara de Mercedes me quedaba tranquilo ya que se le veía buen semblante. Sin embargo no necesitamos más de 2 kilómetros y medio para darnos cuenta de que el calor iba a pasar factura y que mi mujer no podría mantener ese ritmo por mucho tiempo. Así el 4´58´´ del primer parcial y el 5´03´´ del segundo fueron un espejismo en un verdadero desierto "sin agua". El tercer parcial fue el de la bajada brusca de ritmo, haciéndolo en 5´33´´ y aunque estábamos llegando al recinto de FERCAM y allí nos esperaba avituallamiento como en otros años, todo resultó ser una ilusión, precisamente un espejismo, ya que allí no había nadie con "botellitas". Mercedes, que ya iba muy tocada se agobió mucho al pensar que tendría que correr dos kilómetros más en esas condiciones (como dice ella "me estaba encendiendo por dentro"). Ni que decir que los parciales cayeron en picado, acercándonos e incluso sobrepasando los 6´por kilómetro en alguno de ellos. 


Un rato antes del paso por meta nos alcanzó Kino que estaba haciendo un rodaje muy suave para ayudar a algunos amigos e ir templando su maltrecho tobillo. Estuvo con nosotros aproximadamente un kilómetro en el que se dedicó a arengar a Merche que estaba sufriendo de lo lindo. El paso por el 5 fue en 27 minutos pelados, y aún era posible que mi mujer mejorase su marca, aunque viéndole como iba sólo cabía pensar que la segunda vuelta sería lenta y sufrida, como así acabo siendo. En el 5200 cogí por fín dos botellas del "líquido que nos da la vida" y volqué literalmente una encima de Merche, que no se quejó en absoluto. La otra se la fui dando por etapas para que fuese mojándose los labios. Estas fotos son del tramo que corrimos con Kino (a la derecha de negro y amarillo).


 



 Kino se fue a su aventura y nosotros seguimos con la nuestra; Mercedes se fue recuperando poco a poco pero apenas podía mejorar su ritmo que se movía una pizca por debajo de 6´, (a eso vamos últimamente en los entrenos sin sufrir);sus piernas ya habían sido castigadas bastante con las condiciones climáticas y llegados a esos extremos cuesta mucho recuperar sensaciones. Alcanzar nuevamente FERCAM fue duro, pero una vez allí se fue rehaciendo y por fin fue cogiendo ese ritmo constante que le había ido fallando todo el tiempo. Llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, y ya era otra cosa, después venía la bajada y hubo conato de cambio de ritmo, pero se quedó en eso, en conato. Sin embargo, al alcanzar el kilómetro 9 comenzó a acelerar y a adelantar gente, y más aún cuando a falta de 400 metros se autoconvenció de que por fin se terminaba su particular infierno. Para ella no hubo cuesta final  (150 metros de duro repecho) y terminó con una fuerza que echó en falta durante toda la tarde. El crono no fue bueno visto sin analizar, pero si tenemos en cuenta las condiciones de la prueba y lo fuerte que salimos sí que se puede decir que se portó como una valiente y corrió más que dignamente: al final 57´09´´ de tiempo real.


 






Tras lo duro vino la recompensa en forma de completa bolsa de corredor, helado, cerveza fresquita y empanada, y felizmente todo quedó en una dura experiencia que no le ha dejado secuelas ni tan siquiera molestias. Es más, lo ha pasado tan mal que quizá por ser tan masoca ha decidido inscribirse a la Media Maratón de Almagro. Allí estaremos corriendo nuevamente con ella.

¡¡¡Aúpa Merche!!!!

2 comentarios :

  1. ¡¡¡Aúpa Merche!!!, gran carrera, se nota que ya es una runners, su progreso es admirable, estas carreras cuando se complican también hay que correrlas y ella lo hizo. Mi enhorabuena, hay que saber sufrir cuando toca.

    Un abrazo, Emilio Díaz.

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    1. Sufrió de lo lindo, pero como está enganchada del todo ya se ha apuntado a la Media de Almagro de este fin de semana

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