RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 12 de enero de 2014

DOMINGO 12: EL SOL SIEMPRE ACABA SALIENDO


Me asomo y allá aparece, como si nada hubiera pasado: sale el Sol y todo lo inunda con su calidez y su luz. Las heridas se cierran de forma que poco a poco te sientes mejor. El Astro Rey siempre sale por más que desesperemos mientras sufrimos la oscuridad.

Hoy domingo había que traer una de esas sesiones de descarga después del esfuerzo de los sábados (ya casi se me habían olvidado). Me levanté con una sonrisa, porque ¡por fin comienzo a verlo!, y aunque mañana se me volviera a nublar la imagen, para mi está siendo una auténtica alegría estos días, son como regalos. Muy despacito, con premeditación y alevosía, sintiendo cada zancada, cada apoyo, haciendo el juego de tobillos: así he hecho hoy la circunvalación de Valdepeñas. Este tipo de entrenos siempre me han ayudado a asimilar mejor el esfuerzo, y me he propuesto repetir esta experiencia cada domingo hasta la Maratón de Sevilla. Me encontraba tan bien que el cuerpo me pedía apretar la marcha, pero creo que la clave ha de ser la CONTENCIÓN, como hacen los buenos actores en algunos de sus papeles, quienes se contienen y dan un aspecto especial a su papel. "Javi, ya habrá tiempo de acelerar, hoy es día para descargar y para sentir". Llegué al parque después de casi 70 minutos de trote, e hice allí 5 series de gradas hechas con el mismo concepto, el de la contención, lentamente, sin grandes y amplios movimientos, sintiendo cada multisaldo y siempre de puntillas. Tras esto, volví suave a casa, haciendo ejercicios de carrera y corriendo hacia atrás (cualquiera que me viese pensaría que estoy loco y con razón). Pero al llegar a mi destino sentía que había hecho las cosas muy bien, y que había comenzado fabulosamente la semana con estos dos entrenos, en los que he acumulado casi 36 kilómetros y que no me han traído ninguna molestias, sino más bien buenas sensaciones.

Gracias a quien sea por poder ir saliendo de este pozo en el que estaba metido.








2 comentarios :

  1. Como bien indicas el Sol siempre termina saliendo, aunque cuando estamos en el agujero es muy difícil ser consciente de esta realidad, pero con paciencia, haciendo las cosas que hay que hacer, algo de suerte, en fin todo ayuda, y si encima se posee tu calidad, ..., el éxito termina apareciendo.

    Un abrazo, Emilio.

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    1. Gracias Emilio; ahora más que el éxito lo que echo de menos son las buenas sensaciones en la competición y lo que deseo es quitarme los miedos a volverme a lesionar. Los entrenos van cada vez mejor por lo que creo que estoy en la senda. Quizá no llegue en lo mejor de forma a Sevilla pero creo que puedo llegar en una condición aceptable. En cualquier caso ya veremos

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