Vestirse cuando uno no sabe por qué razón va a salir a correr se convierte en un proceso casi desagradable. No salí a entrenar para disfrutar del paisaje, ni para estar bien conmigo mismo, ni para disfrutar de la compañía de nadie, ni para rematar el plan, ni para redondear el tapering. Salí porque pensé que tocaba. Ni siquiera me sentí obligado a hacerlo, simplemente lo hice y sin saber la causa. La pierna bien, las adidas también cumplieron, pero el entreno no fue mucho más allá; menos de 9 kilómetros suaves. En casa estiré más de lo habitual, sólo con el objeto de buscar un punto de inflexión, sólo por buscar algún cambio. A 6 días sólo puedo decir que Málaga queda muy lejos, demasiado.
Puuffffffff, te veo muy desanimado, Javier, ánimo hombre esto hay que hacerlo para disfrutar, la proxima vez que te calces las zapatillas piensa en las alegrias y satisfacciones que te da este deporte, y por supuesto las que te dará y verás como sales a correr de otra manera, disfruta, disfruta y disfruta no salgas obligado por nada.
ResponderEliminarUN SALUDO Y A POR MALAGAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
Gracias Kino, lo estoy intentando, trato de abstraerme y de no tomármelo en serio. Si te soy sincero es la primera vez que tengo tantas dudas antes de una maratón. Lo mejor es pensar que si no la termino nadie se va a morir
ResponderEliminarJavier, hay que animarse, las cosas no han salido como las tenías planeadas, la frustración esta justificada, pero no olvides los grandes momentos que has vivido, recuerda Roma, ¿hay algun motivo para no repetirlo?, sinceramente, no conozco ninguno que te lo pueda impedir.
ResponderEliminarSaludos, Emilio.
Eso espero, pero no será en Málaga. Sin embargo tú sí que tienes tu momento allí. Me alegro por ti, has hecho un buen trabajo y ahora recogerás los frutos
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