RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 14 de diciembre de 2013

HACIA DONDE EL DESTINO TE QUIERA LLEVAR

"Ha llegado a su destino", eso te dice el Tom Tom cuando estás aparcando tu coche ya llegando al final del viaje. Siempre he tenido la duda de si nuestro destino nos perseguía o éramos nosotros los que lo perseguíamos vehementemente. Quizá la respuesta no esté vestida ni de blanco ni de negro y sí ataviada de un vestido que contiene toda la escala de grises. 

Mi situación actual me ha colocado nuevamente en un momento propio para la reflexión y la consiguiente acción, ¿recordáis el cruce de caminos del final de la película "Naufrago"?. Robert Zemeckis supo plasmar como el hombre avanza en su vida conviviendo con su destino y la casualidad. 


Justo al final del film, Tom Hanks (Chuck Noland en la película) viene de entregar los paquetes que Fedex, su antigua empresa, que no pudo servir a causa del accidente.., acaba de dejar la caja que nunca se atrevió a abrir, esa que le motivó a la hora de sobrevivir y que también le inspiró en el diseño de las velas de su patera, ese intrigante paquete con las alas dibujadas. Chuck lo deposita en el alfeizar de la puerta de esa finca perdida en ninguna parte, no sin antes escribir a su destinatario una nota expresando su agradecimiento porque gracias a él salvo su vida. Chuck acaba en una encrucijada y no sabe dónde ir, tiene tiempo, su vida se abre ante sus ojos y no siente el peso de ninguna obligación, sólo ha de avanzar. En estas guisas llega una guapa chica y se ofrece a orientarle, ella coge el camino del cual viene él, y cuando se aleja Chuck puede ver unas alas dibujadas en su camioneta: ¡es la destinataria del paquete!. ¿casualidad?, ¿el destino?. Vivió una increíble aventura y ahora una fuerza ineludible le ha llevado allí. El bueno de Chuck se enfrenta a los cuatro puntos cardinales sin saber muy bien hacia dónde marchar, hasta que finalmente fija su mirada en el punto por donde la chica se aleja y sonríe, acaba de encontrar su destino (o su destino le ha encontrado a él).



Yo ya decidí cuál era el mio, no dejar de correr, y sonrío, sé dónde voy pero no sé que me voy a encontrar por el camino. Tras la maratón de Málaga algo ha cambiado en mi interior; siento cierta paz y estoy relajado, me encuentro bien. En estos días apenas he corrido un par de días, el martes salí con Mercedes y nos fuimos a la pista de atletismo: ella hizo interval y yo correteé suave todo lo que me permitió la pierna, unos 36 minutos. El jueves volví a salir, esta vez al mediodía en el descanso del trabajo. La pierna respondió mejor en esta ocasión, algo agarrotada pero el dolor se fue en cuanto calenté y pude hacer 38 minutos que en su parte final se hicieron bastante placenteros.

Llegados hasta aquí comienza una nueva aventura: La Maratón de Sevilla, y tengo 10 semanas para afrontarla. Mi objetivo primero es recuperar mi pierna en lo que queda de mes de diciembre y para ello me he marcado como plan correr suave, estirar mucho y fortalecer la zona. Hoy comienza un reto nuevo, y lo hago lleno de ilusión; dentro de un rato haré una tirada larga, no sé muy bien de si unos 20 kilómetros, pero iré tranquilo, relajado, tengo tiempo, al igual que Chuck, tengo una vida por delante.




2 comentarios :

  1. ¡Bien!, ¡muy bien Javier!, me parece perfecto tu decisión de como afrontar tu recuperación, ¡suerte!, te la mereces.

    Saludos, Emilio.

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