RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 31 de octubre de 2013

CRÓNICA DEL 10.000 DE SOCUÉLLAMOS

Amaneció el domingo habiendo dormido una hora más gracias al obligado cambio de hora. Aún así, nos levantamos perezosos y un poco obligados, puesto que se estaba muy bien en la cama. Pusimos rumbo a Socuéllamos a eso de las 08:35 y llegamos a dicho pueblo manchego sin mayores incidencias a las 09:20, con tiempo suficiente para pasear, charlar con los amigos y preparar todo para la carrera.

No sentía muchas ganas de correr, pero al menos no tenía atisbo de molestias. Calenté un rato antes de comenzar y charlé un rato con la gente del Pozo Norte y también con Manuel, del Saturno que una semana antes había sido compañero de carrera durante algunos kilómetros en la Media Maratón de Ciudad Real, mientras él corría la Maratón y hacía un pedazo de marca con 02:55. 

Comenzó la carrera y salí de inicio cerca de Rafa, del Pozo Norte. Pronto Óscar, que está en otra onda últimamente, puso pies en polvorosa, y por delante fui controlando a Patricia Sáez y a Miriam Laguna, que en esta ocasión iba unos metros por delante. Pronto Rafa se me fue yendo y también pronto adelanté al grupo donde iba Miriam, que una semana antes se había machacado en la Maratón de Ciudad Real. Las sensaciones no llegaban a ser malas del todo, y el crono me iba diciendo que iba en torno a 3:45 el kilómetro.




Las pulsaciones iban una pizca subidas, y es que en los 10.000 ya se sabe, es lo que toca, y en el kilómetro cuatro sufrí mi pequeña primera crisis, la cual no fue muy dura, porque en el paso por meta de la primera vuelta ya iba ostensiblemente recuperado. Sin embargo, el ritmo ya no era el mismo, y se acercaba más a 03:55 que a 03:45. 






En el kilómetro seis y medio la cosa comenzó otra vez a flojear, sin llegarme a sentir mal del todo, y entonces me adelantó "El Gallo", lo cual me hizo sentir un poco mal, porque no pude seguirle. Sin embargo, no mucho después la cosa comenzó a ir mejor y comencé a sentir que cogía ritmo. Volví a recuperar posiciones y me dejó de adelantar gente, me acerqué a la estela del Gallo e incluso comprobé como Patricia no iba a una distancia mayor de 75 metros por delante. Así de repente, me encontré en el último kilómetro y no fue tan duro como en las últimas ocasiones. Ya en la recta final me dio para esprintar y cazar a un par de corredores para realizar un tiempo de 38´04´´, a 3´48´´ aproximadamente, lo cual no está mal para las expectativas que tenía.





A destacar Javi Araque que se marcó unos 35´40´´ estupendísimos, y la pena fue que se le escapó el podio de su categoría en los últimos metros.



Al final muy bien de piernas y cero molestias. Ahora quedaba asearme y ver a los niños correr, y aquí tenéis un par de fotos de nuestros dos vástagos.





Para finalizar la jornada, nos fuimos a comer y de ahí para casa. Se puede decir que del mal el menos, porque no me encontré mal del todo, aunque quedó constado que no estoy para nada en mi pico de forma.







2 comentarios :

  1. Considerando las circunstancias, me parece que estuviste francamente bien, sobre todo por las sensaciones percibidas; buena carrera.

    Saludos, Emilio.

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