RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 27 de julio de 2013

SÁBADO 27: TIRADA DE 35 KILÓMETROS CON LA MOCHILA A CUESTAS

Tocaba hacer algo que nunca había realizado antes: salir yo solo a realizar una tirada tan larga por un recorrido que se alejaba considerablemente del pueblo. El viernes por la noche estudié las posibilidades y medí un circuito sin grandes cuestas, y quizá no muy vistoso, pero al menos me cuadraban los kilómetros y lo dí por bueno. Preparé agua, 1 litro y medio, algo para picar, mi móvil, crema para el sol y mis gafas y mi gorra, ¡ya tenía todo lo necesario!

Este ha sido el recorrido:





















Partía de Valdepeñas hacia el noreste por los caminos que me llevan a la Vega del Peral:



Se puede apreciar que hacía una mañana despejada, pero no muy fresquita. Eso sí, corría vientecillo que hacía agradable correr. De sensaciones iba bien, pero aún me tengo que acostumbrar a ritmos lentos aguantando el peso de la mochila. En cualquier caso me movía a una media de alrededor de 5´50´´, haciendo algunos kilómetros a 5´40´´.

Podéis comprobar como están de verdes las vides




Después, pasé por la Vega Baja del Peral, donde eché una foto a la cañada. Todavía corre agua a pesar de estar casi en agosto


Aquí ya llevaba 6 kilómetros. Después cogí el camino asfaltado que me llevó hasta la Carretera de la Solana y seguí esta dirección a dicha población durante unos 2 kilómetros y medio


Me salí de la carretera cuando llevaba algo menos de 9,5 kilómetros y mantenía la media. Ahora me metía por un camino por el cual sólo había transitado una sola vez, y que tenía pendiente positiva:


Además, enseguida dejé atrás la bifurcación que cogí en su día, de forma que siguiendo todo recto era para mi terreno virgen. Por aquí se hizo algo aburrido, de forma que corrí durante unos 3 kilómetros por un camino, a veces no muy bueno, que bordeaba la sierra por la parte de atrás



Iba dejando la sierra siempre a la derecha, y al final de la cadena montañosa tendría que buscar el paso que hay, ya cercano a la población de San Carlos del Valle.


Llegué a un cruce de caminos, de forma que si tomaba hacia la derecha había una cuesta tremenda hacia la sierra, pero este no me parecía el paso tal y como lo había visto en el Google Earth. Si tomaba hacia la izquierda me alejaba de la sierra, y aunque no estaba seguro me dio la sensación de que era el camino correcto, así que lo tomé. Era el kilómetro 13 y medio. Por esta camino fui lleno de dudas, pensando que me había equivocado, pero enseguida me dí cuenta de que de nuevo me orientaba hacia la sierra hasta que en el 16,8 llegué a un cruce caminos donde se podía ver el paso entre la sierra por el que tenía que ascender

Estaba a escasos 2 kilómetros de San Carlos del Valle, y sin parar, eché varios tragos de agua y reposté comiéndome un pastelito de chocolate. Pronto comprobé como la pendiente era considerable, y me tocaba pelearme durante un kilómetro y medio. Me crucé con un todo terreno y pregunté a sus ocupantes si iba bien hacia la Carretera de San Carlos, me dijeron que sí.

Aquí tenéis una foto de mi ascensión


De mis zapatilla subiendo


Y de la parte más alta


A partir de ahí, tocaba bajar suave hasta toparme con la Carretera de San Carlos, pero no cogería ésta, sino que unos metros más allá tomaría un camino que me llevaría de nuevo a la carretera pero ya a pocos kilómetros del pueblo. La media había bajado un poco y se situaba en 6´pelados. Yo no iba mal, bien hidratado bebiendo constantemente, y aún me quedaban unos 17 kilómetros. 


Esta es la último foto disponible, porque eché un par de fotos más pero no han salido bien. Discurrí por el camino manteniendo la media, y pasados unos dos kilómetros, cuando ya me quedaban unos 11, decidí tomarme un poco de fruta confitada, la cual me comí mientras andaba, sin pararme. Fue el único tramo que hice andando durante un par de minutos. A partir de ahí, el resto del entreno fue más o menos llevadero, con subidas y bajadas, hasta llegar a la parte del camino que sí conocía. El calor comenzó a apretar pero llevaba agua suficiente. Por fin alcancé la Carretera de San Carlos en el 30,5, ¡tan sólo 4 kilómetros y medio!, y me comí los kilómetros restantes yendo por la carretera sin más incidencias. Llegué al pueblo y por último a casa cuadrando los 35 kilómetros y haciéndolo en 3 horas y 31 minutos a 6´02´´ de ritmo medio.

Bastante satisfecho, por ser un entreno muy largo y en solitario, y no haberme muerto por el camino.



4 comentarios :

  1. Al final te harás un especialista del utratrail, ya lo verás y correr un maraton será para ti como correr ahora una de 10kms, a ver si sigues con esos buenos entrenos.
    UN SALUDO

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  2. Gracias Laura. Esto es otro mundo, y muy bonito. No sé si por ahora tan sólo haré la Madrid-Segovia y seguiré con las maratones, o si me pasaré al ultra ya. Los entrenos son incompatibles, así que o una cosa u otra

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  3. Javier, como te comente en el registro del entrenamiento, muy buena sesión, larga, muy larga, buen ritmo, imagino que la mochila funciono, el paraje muy apropiado, en fin, si quieres participar en la Madrid-Segovia, tendrás que hacer algun que otro entrenamiento similar o mas largo, así que buen provecho, eso si, no escatime la protección solar.

    Saludos, Emilio.

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    1. Gracias. Totalmente de acuerdo. El sábado no necesité protección, pero es muy importante, claro está

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