RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 4 de julio de 2013

COMIENZA UNA NUEVA ETAPA EN MI VIDA



A veces el principio es el final y a veces aquello que creíamos muerto desde hace tiempo, de improviso llega por sorpresa y se abre ante ti. "Como decíamos ayer..."; no sé que poder de reclamo tiene esa frase y tampoco acabo de descubrir porque  me cautiva. Intento recordar dónde la escuché por primera vez, pero al final lo único que puedo deciros es qué significa para mi...

Hace ya muchos años, pero parece que no fue hace tanto..., sí, llegan fácilmente las sensaciones, vienen del rincón de mis recuerdos más preciados. Dejar atrás una etapa tan especial de tu vida se marca a fuego en algún lugar de ti y no desaparece fácilmente la huella. Yo era profesor, eso era. Hacía otras muchas cosas, pero sólo ponía mi alma ante mis alumnos . Vaciaba mis pulmones llenos de aire, satisfacción y a veces de emoción y dejaba que flotase en el ambiente hasta el último gramo de mi entusiasmo . A veces mis discentes se me quedaban mirando fijamente, inmutables, y entonces, sólo entonces, sabía que lo habíamos conseguido: estábamos en plena conexión y el tiempo se quedaba huérfano. Sé que no sentaba precisamente cátedra y mi impartición no rozaba ni de lejos la excelencia, pero ante todo me sentía profesor y por ello era feliz. 

Un día dejé aquello atrás; la ambición y las ganas de liberar otros egos costriñeron mi espíritu. Yo era joven y salí de aquel mundo con el ánimo de dar a luz en el mundo real todo lo que  trataba de mostrar en la pizarra.  Con el cambio, aprendí, descubrí, sufrí, mejoré, y ante todo... eché de menos las transparencias y el retroproyector. Mi forma favorita de soñar con aquellos tiempos era acuñando en la memoria una frase: "Como decíamos ayer...". Mañana será como aquel ayer y volveré a revivir aquella vieja pasión; trataré de compaginar dos trabajos a la vez y un entreno diario, trataré de seguir haciendo la comida y creo que no me dará para hacer también la cena, no podré llevar a mi cría a casa de mis padres ni tampoco recogerla. En cualquier caso mi mujer seguirá siendo el resultado de una multplicación imposible de números que buscan, como resultado,la compaginación de obligaciones que no caben en el espacio tiempo, pero mi nuevo cronograma le obligará a multiplicarse por un número mayor, y me temo que será como en el circo: "más difícil todavía, aún hay más". A pesar de los sacrificios, mañana, si no se me olvida, antes de comenzar mi primera lección, miraré a mis nuevos alumnos, y me imaginaré que les digo en voz alta "Como decíamos ayer..."


PD: no tengo más remedio que llevar a cabo dos trabajos, porque al que tengo desde hace años se le han terminado las pilas, y durarán dos meses más.

4 comentarios :

  1. Si hay más trabajo es buena señal, aunque la vida también es para disfrutarla, es muy corta para tomarsela en serio, por lo que haz lo que te dicte la conciencia y disfruta de la vida. Suerte en tu nueva etapa y UN SALUDO

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    1. Buenas Kino. Mi empresa actual está en un ERE, salvo yo que estoy de "apagafuegos". A finales de agosto nos vamos todos a la calle, y por ello he cogido esto.

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  2. Vaya sorpresa negativa Javier, aunque desgraciadamente el sujeto ERE esta demasiado presente en la vida laboral actual. Por otro lado, el hecho de que tengas la oportunidad de regresar a tu antigua profesión, es muy positivo, el resto de cuestiones son obligadas, las circunstancias mandan, y la adaptación al medio es la primera premisa. Espero que la fortuna y tu buen hacer te acompañen.

    Saludos, Emilio.

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    1. Gracias Emilio. La verdad es que todo esto no me ha pillado por sorpresa, y sí que tengo suerte por el hecho de tener alternativas. Buen hacer no sé, pero fortuna..., la voy a necesitar, gracias por el apoyo.

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