RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 29 de junio de 2013

VIERNES 28: TROTE SUAVE DESCARGA Y MALESTAR


El viernes por la tarde tocaba terminar, finalizando la semana y el plan de quince semanas. Ya está haciendo calor, como es lógico en el momento del año en el que nos encontramos, y el entreno del día anterior me había pasado factura en forma de "dolorcillos". Pero no me gusta darme muchas concesiones, y en estos días ya me había permitido algunas licencias. Así que a eso de las 20 horas me fui hacia el Paseo del Cementerio a un ritmo verdaderamente cansino y bastante molesto muscularmente. Cogí "carretera y manta" dirección a San Carlos del Valle hasta llegar al Paraje de las Aguas, donde giré por un camino que me acabaría regresando al Camino del Peral. Entre el terreno, la pendiente, el calor y mis flojas sensaciones el entreno fue desarrollándose de mala manera, de forma que hacía tiempo que no recordaba salir a correr y no haber forma de hallar cosas buenas. Una vez llegado al Camino del Peral, cuando apenas me quedaban 3 kilómetros de sesión, y marcando un ritmo prácticamente en 6´el kilómetro, apreté un poco y la cosa quiso mejorar, pero tampoco conseguí limpiar todo lo "feo" que traía tras de mi. Finalmente 12.100 y una media de 5´45´´. Lo peor no fue el ritmo, que de alguna forma tenía que ser muy suavito, sino el desarrollo y las sensaciones.

Pero bueno, no hay que darle más vueltas, pasamos página y a otra cosa. Ya puedo decir que he terminado el plan de mantenimiento para la Maratón de Málaga.


2 comentarios :

  1. Ha sido una gran plan, 15 semanas, con kilometrajes altos, y carreras exigente, es para estar contento y satisfecho, con independencia de que algun entrenamiento no haya ido todo lo bien que nos gustaría, ahora con la calor es comprensible.

    Saludos, Emilio.

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  2. Sí, concretamente este del viernes fue verdaderamente frustrante. Nada más salir noté los isquios totalmente rígidos y me molestaban un montón, hacía un calor tremendo y sin fuerzas. De verdad que fue un suplicio físico y sobre todo mental. Durante el mismo llegué a pensar qué sentido tenía esto, pero fueron sólo unos segundos. No estoy pasando por mi mejor época en algunos aspectos y sé que va por rachas, así que a ver si lo voy capeando

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