RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 21 de junio de 2013

JUEVES 20: CASI 9 KILÓMETROS CON MERCEDES. APOLOGÍA DEL ESFUERZO


 

El sábado corremos Mercedes y yo un 10.000 nocturno en Piedrabuena, perteneciente al Circuito de Carreras Populares de Ciudad Real. Este evento ha provocado que hayamos cambiado los entrenos de mi mujer al martes y jueves. Tras el duro interval del martes, ella se encontraba algo cansada, pero mejor de su rodilla, por lo que decidí darle algo de intensidad al entreno (ahora creo que me equivoqué). Decidí hacer el circuito de los cerros que rodean el Cerro del Ángel, que resulta de casi 9 kilómetros, y cuya primera parte es bastante dura en constante ascenso. Aún así, no dejé que se relajase y la llevé a 6´el kilómetro, pelados, que es prácticamente su ritmo de 10.000. Luego, en la bajada pronunciada se puso incluso a menos de 5´25´´ en muchos momentos, y aunque era algo que yo no esperaba, cuando se puso a llanear y volvió a un ritmo de 6´, iba tan subida de revoluciones que no hubo forma sencilla de bajárselas. Por ello se derrumbó físicamente y hubo un kilómetro en el que lo pasó bastante mal. Yo la animé todo lo que pude, rezando para que se recuperara cuanto antes porque nos quedaba la mitad del circuito, y afortunadamente, sufriendo y sufriendo, como una hormiguita cargada de más, fue avanzando; capeo de nuevo una zona de cuestas, y llegó a la última parte, donde se baja por un carreterín de asfalto. Allí se recuperó bastante y por momentos volvió a estar por debajo de 6 otra vez. Al final hicimos 53 minutos, que está muy bien si tenemos en cuenta el bajón físico.

La parte buena de este entreno, para ella, es que se está acostumbrando a sufrir, y luego, por la noche, las endorfinas hacen el resto. Todos sabemos que uno de los atractivos del running es la cadena "sentido de la responsabilidad-sufrimiento-placer". Al ser un deporte individual, te enfrentas a los entrenos cara a cara, y muchas veces son las ganas de cumplir lo que te llevan a ponerte las zapatillas. Tras esto, si toca sufrir, al finalizar la sesión es muy probable  que estés satisfecho. Con ese estado de ánimo estaba Mercedes ayer por la noche, dolorida pero satisfecha. La parte buena para mi, es que estoy compartiendo con ella mi hobby, y eso es mucho. Sus números puede que no impresionen, pero tampoco impresionan los míos, y al fin y al cabo no tratamos de impresionar a nadie, tan sólo se trata de vivir esta aventura que es el running.


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