RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 17 de octubre de 2012

LUNES 15: RODANDO UNA HORA CON CUESTAS

El lunes por la tarde, ya anocheciendo, fui a los cerros de alrededor del Ángel para regresar por la vía de servicio de la autovía. Ni el foquillo impedía los traspiés debido al terreno irregular. Por lo demás el entreno se desarrolló bien, sin ningún síntoma de cansancio y a algo menos de 5' el kilómetro. Al llegar al pie del cerro, comencé a subir por la carretera tratando de que el ritmo de no decayera. Tras la bajada aumenté algo el ritmo y me dirigí al polígono para regresar después a casa. Salió justo una hora de tiempo total.

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