RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 30 de agosto de 2012

MIÉRCOLES 29: BENDITO DESCANSO

Cuánto más se exige uno más se disfrutan los contados descansos. Esta máxima se ha cumplido esta vez al dedillo. El miércoles sirvió para dejar descansar a las, últimamente, muy estresadas piernas mías. Sirvió para que los músculos y las articulaciones respiraran y para tener un día sin la presión por la falta de tiempo para salir a correr. Total, se agradeció mucho. Es curioso comprobar como un descanso así es tan bienvenido entre tantos días autoexigidos. Si no estuviera corriendo no hubiera sentido el bienestar del descanso que ha supuesto este miércoles.

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