No madrugué el domingo, y sencillamente estaba relajado pensando que tocaban sólo 13 kilómetros y que no me iría muy lejos para hacerlos. Sin molestias musculares y con buenas sensaciones me fui al cerro del Ángel a un ritmo pausado, aproximadamente a 6´el kilómetro. Una vez allí subí cuatro veces por el carreterín, que tiene 1 kilómetro justo hasta la cima y con una pendiente media del 6%, poniéndose a veces en el 12%. Tras las subidas, las lógicas bajadas donde aproveché para soltar, y en todo momento me encontré muy bien. Me permití el lujo de apretar en la última subida para medir fuerzas y lo llevé bastante bien. Tras esto regresé a casa a un ritmo bastante alegre saliéndome los 13 kilómetros que buscaba en 1 hora y 13 minutos.
Quiero ser optimista porque me encuentro a las puertas del comienzo del tapering y siento que todo marcha según lo previsto, o incluso mejor.
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