RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 19 de diciembre de 2023

CUANDO ALGO SE TERMINA ALGO TAMBIÉN COMIENZA

 Era aquel feliz verano del primer año de la década pasada, e íbamos a menos velocidad de lo que ahora vamos. La palabra "Inteligencia Artificial" representaba en el imaginario poco más que el título de una película; fue entonces cuando, el que os escribe se decidió a dar zancadas. No llevaba dadas ni medio millón cuando tome la determinación de abrir este blog para así acompañar cada paso que diese con palabras, y ahora que lo veo con perspectiva, compruebo que ha sido toda una aventura... sí, una aventura con todos los aditamentos de un largo e inesperado viaje. Han sido un sinfín de esfuerzos, un sinfín de retos, de dolores, de penas, de alguna que otra alegría... maneras de sentirse muy vivo. Pero lo mejor fue que no lo hice solo, lo hice con Mercedes, mi mujer...

Sí, han pasado más de trece años de aquel inicio...  Aún conservo mi pelo, no así mi juventud, que se me ha ido escapando de los dedos... Las piernas ya no van como llegaron a ir, pero, en cualquier caos, aquí seguimos los dos: corriendo. Ahora que he cerrado la tarea que me ha tenido ocupado en cuerpo y alma: "Moiras en el laberinto", mi novela, ahora que me bendigo por haber sido escritor... quizá un escritor de medio pelo... quizá un entusiasta escritor, ahora, a mis casi cincuenta y cuatro años, lo vuelvo a intentar...

¡Javier! Deja atrás este dos mil veintitrés que no pasará a la historia por los buenos recuerdos que dejó. Deja atrás el año en el que corriste con desgana por aquellas preciosas montañas, el año en el que tu mente de corredor estaba arrinconada por la mente de un escritor nobel inseguro. Dejado atrás este año aciago, me anticipo al futuro y me veo escribiendo aquí sobre el 2024, el año en el que disfruté, aunque solo fuese un poquito, de este hobby.

En enero tenemos el primer reto: los 40 kilómetros del Trail Quesos Don Apolonio, en Malagón. Será la oportunidad de compartir la experiencia con nuestro buen amigo Eusebio, uno de esos antiguos colegas del blog que, a pesar del transcurso de los años, ahí sigue, a sus setenta y cinco años y corriendo por la montaña (quiero ser cómo tú).

Tras este nuestro primer reto, tenemos intención de correr un circuito por montaña en la Comunidad de Madrid. A ver si que ahora las Moiras me están dejando descansar un poco, puedo retomar esta bonita costumbre de escribir en este rincón.



 

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