Poco a poco hila la vieja el copo. En eso estamos, en ir poco a poco, en tratar de enderezar el rumbo. Por ello el martes Mercedes no se quejó, se puso la ropa de faena y juntos, y de noche, salimos dispuestos a realizar otro entreno. Para ella era el cuarto día seguido, y es que el objetivo era hacer en esa semana unos 70 kilómetros, que para ella es prácticamente su máximo semanal.
El comienzo pronto se puso rápido y nos vimos por el Camino de Tarasco (uno paralelo al de Membrilla) a un ritmo claramente por debajo de 5´40´´. La noche tenía una temperatura perfecta para esto del running y aunque es cierto que da cierta pereza correr cuando comienza el frío, también lo es que una vez puestos se agradece y mucho.
El regreso era más duro, con el Camino de Membrilla picando hacia arriba, pero los últimos tres kilómetros los volvimos a realizar a una buena cadencia. Finalmente 1 hora y dos minutos para 11,16 kilómetros.
La nota negativa volvió a ser mi tendón de aquiles que no para de quejarse. La positiva, como contrapunto, la clara recuperación que voy sintiendo de mi pubalgia.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
lunes, 2 de noviembre de 2015
MARTES 27: ENTRENO CON BUEN RITMO PARA MERCEDES
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
15:29
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Compartir en Pinterest
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario