Consciente de que tanto entreno lento me hace perder ritmo de competición, metí el entreno del miércoles, que al final no llevé a cabo, al viernes. Consistía en un interval más largo que en otras ocasiones con 5´fuertes y 3´moderados, así durante unos 40 minutos, a los que tenía que adicionar el tiempo de calentamiento. Fui hacia el norte con malas sensaciones que empeoraron cuando comencé con los cambios. No fue hasta que giré al oeste cuando comencé a encontrarme mejor, quizá debido a que la brisa del norte ya no me daba de cara. De ahí todo fue mejorar, yendo cada vez más redondo, y haciéndose casi más agradables los periodos rápidos que los moderados. Pronto alcancé la zona asfaltada del Camino de Membrilla y sin darme cuenta me vi en casa; por un momento pensé en continuar, pero decidí que había sido bastante con los 11.250 metros que me salieron en los que necesité emplear 53´. Los últimos 6.250 en algo menos de 27´ a una media de 4´20´´ que incluía los periodos lentos.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
sábado, 17 de mayo de 2014
VIERNES 16: UN POCO DE CALIDAD PARA TERMINAR LA SEMANA
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
13:04
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Compartir en Pinterest
Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario