Pues está claro: siguiendo la técnica que realizan los atletas de élite. El truco está en doblar sesiones de forma que el organismo asimila la carga pero al ir repartida en dos sesiones, y por tanto no en un esfuerzo tan continuo, el riesgo de lesión se minimiza sustancialmente y además el estímulo es practicamente igual de bueno. Inconvenientes: que hay que sacar más tiempo y te conviertes en un esclavo del running en ese día en el que tienes que doblar. Yo ayer sábado lo hice: en una sesión matutina corrí unos 18.300 metros, en los que incorporé 3 kilómetros en cuesta continua y significativa (tres subidas al cerro del Ángel). Después tocó llanear y fui incrementando el ritmo en progresión para terminar a aproximadamente 4´15´´ y con buenas sensaciones. Este entreno me llevó 1 hora 34 minutos. Ya a la noche (dejé pasar el máximo tiempo posible para que descansaran mis músculos), me fui suavito al parque y allí, a un ritmo casi nunca inferior a 5´20´´ completé otros 8.100 metros que además me sirvieron para descargar muscularmente.
Al final 28.400 metros, creo que bien asimilados.
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