El sábado me encontré sin ganas de salir, a pocas horas de las series del viernes, así que tiré por la calle del medio y descansé. ¿Quién me obligaba a entrenar?
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
miércoles, 13 de junio de 2012
SÁBADO 9: DESCANSO PARA MIS PIERNAS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
12:42
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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