No había tiempo para las lamentaciones porque tenía ante mi una semana dura de trabajo y entrenos. Así que madrugué para salir a correr, pero me dolían mucho las piernas. Me fui a hacer un circuito corto de unos 7500 metros, yendo de menos a más, pero con uno dolor y una tensión muscular que no se me fue en todo el entreno. Esto demuestra mi estado de forma.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
domingo, 13 de octubre de 2013
LUNES 7: ¿QUÉ SI ESTOY DOLORIDO?
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
17:28
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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