El miércoles repetíamos Merche y yo en lo que se está convirtiendo en toda una costumbre este invierno: ir al gimnasio a realizar la sesión del día fuera de los caminos y del asfalto. En mi caso hacía unos 53 minutos de bicicleta alternando con ejercicios de mayor carga de unos 40 segundos de duración, todo para completar unos 11 kilómetros que me dejaron las piernas entumecidas. Mercedes, a su vez, hizo elíptica y bicicleta. Completamos el entreno con estiramientos y abdominales.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
sábado, 3 de febrero de 2018
MIÉRCOLES 31: EN LA BICICLETA METIENDO VATIOS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
16:29
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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