"Si algo te desagrada, si no puedes convivir con alguna circunstancia, ha llegado el momento de afrontar los cambios..."
Nunca me gustaron las series: demasiado exigidas y exigentes, tanto física como mentalmente. Demasiado matemática a la hora de medir el tiempo en tus esfuerzos. Se podría decir que para mi son un "coco", lo he de reconocer. En cambio, con el interval/fartlek encontré el sustitutivo casi perfecto a las sesiones de series. De antemano no importan los cronos, sino los ritmos, los cuales se miden por tiempo fijo de intervalo. Por otro lado no se ha de recuperar estando parado, con lo cual siento idea de continuidad en el entreno. Por último, no me encajono en un recinto o pista, sino que puedo abrir el entreno a un circuito ameno. Pues bien, el miércoles de la semana pasada me tuve que enfrentar con una sesión que sin ser desagradable si que iba a ser sufrida: calentamiento + interval a razón de 10 minutos fuertes y tres minutos suaves.El circuito el de casi siempre: de casa a la Vega del Peral y de ahí a casa pasando por el mencionado paraje, 13,10 kilómetros.
Desde el comienzo me sentí cómodo, pese a ser de noche y no haber hecho la digestión de la cena del todo, los cambios pese a ser muy largos los fui gestionando a un ritmo cercano a los 4´10´´ y la verdad sea dicha, no me supuso un gran problema, así que pasaron los minutos y sin darme cuenta me ví llegando a casa, eso sí, con ciertas molestias en el pubis, que parece que tienen ganas de instalarse a vivir conmigo.
Eso sí, tras estirar brevemente me dí cuenta de que estaba muy muy cansado, y es que los días se están haciendo muy duros en este verano, y especialmente en este caluroso julio.
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