RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 3 de abril de 2014

MIÉRCOLES 2: DE VEZ EN CUANDO APARECE MI MUSA

Ya ni recordaba que tenía una musa que venía a acompañarme de vez en cuando. Tras un duro día de trabajo, con comida copiosa incluida, llegué a casa reventado y sin muchas ganas de correr, pero me autodiscipliné decidiendo realizar una tirada larga para conseguir enderezar la semana que estaba saliendo floja de kilómetros. Me vestí y me fui, con el frontal bien puesto por si acaso se me hacía de noche, y vaya si se me hizo. Cogí el circuito que llamo el de Sierra Prieta porque bordea la zona para regresar por el camino que tras atravesar la Carretera de Daimiel te deja en el Hotel el Hidalgo. El comienzo no fue muy halagüeño y sin embargo no llevaba mal ritmo del todo. Cuando enfilé el primer camino ya llevaba una media de 5´10´´ aproximadamente, pero conforme fui entrando en calor las sensaciones fueron creciendo y comencé a experimentar cosas que ya creía casi olvidadas. Entendí que mi musa estaba allí conmigo y me sentí corredor. Por el camino de vuelta imprimí una marcha más y me puse a 4´30´´-4´35´´ aproximadamente y no dejé ya esa velocidad de crucero. Llegado al puente de la autovía decidí alargar la tirada y seguir por el camino que me llevaba a la Sierra del Peral, ya anocheciendo, para luego regresar por el Camino de Membrilla, donde sentí el viento en contra y la pendiente positiva, pero por una extraña razón las piernas iban bien, aunque las sintiera algo cargadas. El ritmo apenas decreció y cuando alcancé la zona de asfalto y la pendiente negativa bajé con buena zancada y sin descomponerme para llegar a casa tras 22.500 metros y una hora y 49 minutos, incluso todavía con ganas de seguir corriendo.

Fue un muy buen entreno y encima totalmente inesperado.


2 comentarios :

  1. Muy buena sesión Javier, la musa nunca te abandono, te estaba probando. Nos vemos mañana.

    Emilio.

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    1. Gracias, nos vemos mañana. Ahora toca salir y no tengo muchas ganas pero hay que hacerlo

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