Amanecía y abría los ojos para darme cuenta de que no tenía ganas de correr la media. Realmente no sentía las piernas cargadas de la media maratón de entreno que había hecho el sábado con Mercedes, pero aún así, la única motivación que me surgía en relación a esta carrera era el hecho de rodarla para seguir con mi "gira" de competiciones que tienen por objeto "activarme".
La noche anterior le había dicho a Merche que no hacía falta que vinieran conmigo, así que hice los bártulos y me fui para Bolaños. Llegué con el tiempo justo para charlar brevemente con algunos runners del Extenuación (Agustín Quintana, Eduardo Romero, Alfonso Pinés y Jose Carlos "El jaro"). Tras esto me puse a calentar unos minutillos y no dio para más el previo porque bien pronto me vi en la línea de salida preparado para "otra más". Sonó el pistoletazo y seguí el guión previsto: suave, sabedor de las limitaciones que últimamente me reconozco. El primer kilómetro en 3:59´´, incluso un poco más rápido de lo planificado, el segundo a un ritmo similar, 4´06´´, y en esta ocasión fui comprobando como iba instalado en una cadencia que me resultaba cómoda, sin subidas repentinas de pulsaciones. Pronto me asocié con Javi, un nuevo runner del Pozo Norte, y como comprobó que me ritmo era homogéneo decidimos realizar la aventura juntos. Él iba buscando bajar de 01:30 y a juzgar por lo fresco que lo veía aposté desde el principio a que rebajaría ese registro sin problemas. En mi mente revoloteaban las sensaciones irregulares de las dos últimas medias maratones terminadas, la de Alcázar de San Juan y la de Ciudad Real (no cuento con la de Benidorm porque esa fue un fiasco), y por ello era inevitable ir comparando constantemente lo que mi memoria me rebobinaba con lo que allí estaba sucediendo. El kilómetro 3 fue lento, 04´12´´, pero no me importó, primaban las buenas sensaciones. el cuarto fue por debajo de 4´, 3´58´´, y sin duda esto se debió al paso por la zona del centro del municipio, donde había bastante animación. Javi era una buena pareja de baile, porque llevaba un ritmo homogéneo y así en paralelo fuimos cazando y cazando runners, y alimentándonos del subidón que ello supone. En el kilómetro 6 teníamos una dura prueba: casi un kilómetro de subida tendida al 2%, pero las piernas respondieron bien haciendo un parcial de 4´06´´, y mejor fue el siguiente cuando tocó bajar casi otro kilómetro, de nuevo un 3´58´´; por momentos rememoré aquellas medias en las que me sentía cómodo y disfrutando, de hecho me estaba ocurriendo, estaba siendo una experiencia positiva. Entre el 8 y el 10 llaneamos y clavamos cronos cercanos a 4´ (4´03´´, 4´03´´ y 4´06´´ y en el once pasamos por meta marcándonos otro 4´02´´. A unos metros iba un grupo que cada vez veíamos más cerca, donde iban otro runner del Pozo Norte y Miryam Laguna, pero no teníamos prisa, sabíamos que poco a poco los cazaríamos. Esto ocurrió en el 13, tras haber vuelto a clavar dos kilómetros seguidos a 4´02´´ y continuar disfrutando sin molestias y sin sentir carga reseñable en las piernas. Fue entonces cuando me arrepentí de no haber salido más fuerte, aunque luego tras terminar comprendí que lo mejor que pude hacer es correr como lo hice. Continuamos, Javi y yo, adelantando más gente con un 4´02´´ otra vez en el 14 y un 4´07´´ en el 15. Llegó la larga cuesta y picó, pero no mucho, se hizo más llevadera de lo previsto, y conseguimos salvar el obstáculo en 4´19´´, el peor registro de toda la serie, aunque en la bajada recuperamos crono marcándonos un 3´57´´. Tras la bajada las piernas ya no iban tan enteras, y sin duda el último crono referido no me ayudó; Por detrás llegó el runner del Pozo Norte al que habíamos sobrepasado kilómetros atrás, y las sensaciones no eran tan buenas ya, comenzando a contar metros hacia atrás. Pasamos el 18 en 4´05´´ y mantuve el ritmo apretando un poco los dientes, pero sin sufrir en demasía. Giramos a la izquierda para alcanzar el 19, otro 4´03´´, y fue entonces cuando las piernas se quejaron, de forma que mis dos compañeros de club comenzaron a marcharse. Aún así no iba tan mal como para perder el ritmo, y el que se me fueran se debió más a su cambio de ritmo que a mi bajón; de hecho el kilómetro 20 lo alcancé con un buen crono: 4´08´´ y ya estaba hecho, tan sólo había que remar un poco más. Llegaron los últimos giros, un 4´07´´ y el último esprint. ¡FINAL!. Me hubiera gustado bajar de 01:26 pero no fue posible, 01:26:21.
Lo mejor, sin duda, es que la disfruté y sin bajón final; el crono fue según lo esperado. Lo peor, por poner una pega, el no saber sufrir un poco más y dejar que se me fueran cuando estaba ya casi terminada la carrera.
Me he quedado satisfecho.
Gran carrera Javier, me alegro de que la hayas disfrutado, estas cogiendo y manteniendo tus ritmos.
ResponderEliminarSaludos, Emilio DÍaz.
Este es sin duda el comienzo de mi nueva etapa
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