El jueves tocaba meter algo de intensidad y yo no estaba muy por la labor. He llegado a un punto en el que me da pereza salir a correr; en realidad es como si tuviera unos cartuchos cargados y no quisiera ya malgastarlos, porque lo único en lo que pienso es en la espera hasta el domingo día 23. Sin embargo, el plan aún me dice que esto no se ha acabado, que hay que seguir remando. Salí por la noche con un interval marcado en el papel, además algo exigente: 1´30´´ fuerte-1´30´´ suaves. En mi haber tenía que no se iba a alargar mucho el entreno ya que se trataba de un circuito de 10.400 metros. En el calentamiento me mostré algo cansado y me costó iniciar la secuencia de cambios de ritmo, aunque con el paso del tiempo mi cuerpo tuvo que claudicar y cumplir lo mejor posible con el entreno previsto. Finalmente hice unos 56´ y terminé, como no podía ser de otra forma, bastante satisfecho.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
sábado, 15 de febrero de 2014
JUEVES 13: QUIZÁ EL PENÚLTIMO ESCOLLO ANTES DE SEVILLA
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
07:30
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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