La vida es sueño, eso decía Calderón de la Barca. En este caso, yo podría decir que los sueños son como la vida. Ayer por la tarde ya casi de noche, Mercedes y yo salimos a correr (y eso supuso que ella entrenase dos días seguidos). Una vez allí nos pusimos a hacer fartlek libre dentro del recinto, con constantes cambios de ritmos, subidas de bancos, gradas, etc. Pronto anocheció y lo que aconteció lo viví como un sueño. Mi mujer, que hace unos meses jamás había hecho deporte, corriendo de noche entre los árboles conmigo, un domingo, ¡como si no hubiera nada mejor que hacer!. Está claro que se ha enganchado, y si estos entrenos son como sueños raros, a mi me gustan. Al final fue una sesión bastante suave, haciendo 7.500 metros. A pesar de todo, Mercedes sintió la carga de forma que le acabaron doliendo las piernas
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
martes, 10 de septiembre de 2013
DOMINGO 8: LA PSICODELIA DEL FARTLEK POR LA NOCHE EN EL PARQUE Y CON TU MUJER
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
01:46
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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Javier, lo estas consiguiendo, estas enganchando al mejor colega posible para correr, ¡magnífico!
ResponderEliminarSaludos, Emilio.
Sí, es cierto. Además le han dado buenas noticias en su visita al especialista. Lo de la rodilla no le va a impedir seguir corriendo
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