RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 10 de julio de 2013

CUANDO EL FRACASO MIRA A LA CARA DEL CORREDOR POPULAR


Somos sufridos, empecinados, a veces ambiciosos y en algunas ocasiones somos obsesos. Nadie que no pertenezca a este mundo puede explicarse los porqués de nuestros sacrificios, porque no se pueden sentir las recompensas que obtenemos (no somos famosos, no ganamos dinero, no obtenemos reconocimiento). Tengo casi 43 años y "soy runner". Esto lo podría estar diciendo en una clínica de desintoxicación de adictos a esto del correr, pero no necesito ir a terapia ni siento que esté enfermo. Puedo asegurar que hallaría muchos más beneficios en una improvisada lista de pros y contras que tuviera que escribir, y aunque encontraría inconvenientes, éstos formarían parte del mundillo del corredor. Sí, soy runner, y aún no he subido a un podium, pero sé lo que es estar acalambrado durante 3 horas, he experimentado la más total extenuación y la deshidratación me ha hecho casi nublar la vista, casi he caido redondo mareado y no recuerdo vomitar tanto en mi vida; a esto le tenemos que sumar que me he tenido que hacer cómplice del frío y he sufrido lo que cuesta ponerse las zapatillas día tras día sin darte un descanso, aunque nadie te obligue a calzártelas. Sin embargo, hay momentos que no los cambiaría por nada el mundo y más allá de todo ello me siento muy orgulloso de hacer lo que hago: me siento muy vivo.

Dicho todo esto, los peores momentos han sido cuando no he cumplido mis expectativas..., cuando he saboreado el fracaso. Es entonces cuando momentáneamente todo pierde su sentido y te olvidas de lo bueno. Llegado hasta ese extremo has de pasar página y volver a insistir, y entonces tu malestar se disipa y vuelves a meterte en el papel, porque estás tan enganchado que hacen falta unos cuantos miles de  fracasos juntos para que te separen de tu pasión.


4 comentarios :

  1. Cuanta razón llevas, estoy totalmente de acuerdo Javier, buena definición de esta faceta del corredor popular.
    UN SALUDO

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  2. Razon tienes amigo Javier, has contado el dia a dia de un corredor popular, su tremendo orgullo y esfuerzo que le catapultan a seguir corriendo, ya que cuando corro me siento vivo y parte de lo que me rodea. Como sabes, temgo 56 años y si no hay problemas, este año coorere, 2 Maratones, llevo 4 Medios Maratones, 2 carreras de 10K, ¿como no voy a estar satisfecho de lo conseguido?. El esfuerzo merece la pena.

    Saludos, Emilio.

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    1. Exactamente, correr provoca que vivamos intensamente. Conlleva más sacrificios, pero más emociones y satisfacciones

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