Ya es casi norma que tras un mal resultado, o tras un pequeño fracaso, al día siguiente me infrinja una minifragelación en forma de entreno duro. En esta ocasión no es que el entreno fuera muy exigente, pero he pasado de hacer los 09 kilómetros previstos a hacer 13. De nuevo al Cerro del Ángel, eso sí, a un ritmo por encima de los 6´el kilómetro. Llegado al mismo subí cuatro veces hasta lo más alto por la carretera, encontrándome cada vez mejor. De ahí a casa a un ritmo algo más rápido pero sin exagerar. Lo mejor fue que el entreno me sirvió para descargar muscularmente a su vez que fortalecer tobillos (zona en la que me concentré en cada subida). Muscularmente bien, una pizca de molestia en los isquios de la pierna derecha pero se fue yendo conforme avanzó la sesión. Tiempo total: 1 hora y 26 minutos para 13 kilómetros.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
domingo, 5 de mayo de 2013
DOMINGO 5: CASTIGADO A HACER CUESTAS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
19:14
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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Con esta miniflagelación seguro que has expiado todo pecado.
ResponderEliminarJejeje, creo que el autocastigo no es la mejor fórmula para mejorar, pero no sé..., cuando lo hago me siento mejor. Será una deformación de la autoexigencia
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