Ayer por la tarde había un montón de gente andando por la Avenida de las Tinajas. El tiempo acompañaba y en el trayecto en coche a casa vi también un montón de gente corriendo. Sin embargo yo estaba deshecho y sin ganas. Me costó arrancar, pero por fin me puse y, la verdad, una vez puesto la cosa comenzó a pintar de otra forma. Tiré por la Carretera de San Carlos del Valle, que no me gusta nada porque la inclinación del asfalto del margen izquierdo provoca que sea desagradable correr, sin embargo no me encontraba mal y cada uno de los impedimentos mentales que me había puesto fueron cayendo uno a uno. A partir del minuto 20, como suele ser costumbre, comencé con los cambios de ritmo, y justo en el primero me comí por lo menos tres mosquitos (hay tanta flor silvestre y tantas zonas encharcadas que proliferan). No me fue mal durante los primeros 2´30´´ que hice rápidos, y empecé a sentirme bien de forma que fueron transcurriendo uno tras otro los cambios (2´30´´ fuertes y otros 2´30´´ suaves). Llegué a Las Aguas y cogí el camino que me lleva al centro de El Peral y de ahí a casa; ya en el carril bici que hay en la Carretera de La Solana adelanté a un runner, que era más bien un iniciado por la pinta que tenía; el caso es que se picó conmigo y trató de seguir mi ritmo, y yo que estaba en pleno cambio (mis 2´30´´ fuertes) me piqué a su vez y alargué el mismo; así fue como durante un par de minutos oía resoplar a alguien a mis espaldas a punto de estallarle el corazón con el único fin alcanzarme. Uno tiene se orgullo y por supuesto lo dejé atrás (espero que no le pasara nada).
Finalmente 1 hora y 9 minutos, sin problemas musculares de ningún tipo, sin cansancio ni desgana durante el entreno, e hice casi 14 kilómetros. Este es el circuito:
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