Increible pero cierto, no tuve que convencer a mi mujer para que echase la ropa de correr, ya la echó ella por motu propio. Lo previsto era madrugar el sábado y dar unas vueltas correteando por Ávila, y a fe que lo hicimos. Nos levantamos cuando aún era de noche, nos vestimos y salimos en la fria mañana abulense. Dimos un par de vueltas al recinto amurallado, con todas las cuestas incluidas, y además fuimos al monumento denominado "Los Cuatro Postes". Para finalizar correteamos por dentro del recinto amurallado, y todo para completar algo más de una hora de carrera fria, lenta, aventurera y evocadora.
A mi mujer le vino muy bien porque las cuestas le ayudaron a coger fuerza.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
martes, 3 de enero de 2012
SÁBADO 31 DE MAÑANA ENTRE MURALLAS Y HIELO
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
15:17
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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