Estos últimos días he comprobado como la pierna derecha iba regresando a la normalidad y poco a poco me permitía correr casi sin molestias. El primer obstáculo está siendo saltado y sin haberlo superado aún tengo delante el segundo y más grande: encontrar la senda. Tras el reseteo, que me llevó a no plantearme ninguna meta en el horizonte, ando más relajado mentalmente, buscando disfrutar por el mero hecho de moverme, y ese debe ser ahora el camino, así creo que encontraré de nuevo la clave.
Pero desde luego no será con entrenos como el de hoy con el que marque un antes y un después. Me calcé las zapatillas para seguir comprobando que las piernas van mejor, y sí, así es, prácticamente sin molestias, pero la forma no está por ningún sitio, la he perdido. Sin chispa, nada ligero, me he marcado un entreno de ritmo "quiero y no puedo" en el que sólo en la parte final he encontrado algo de sensaciones. Pero, en definitiva, lo más importante es que he podido correr otro días más sin los problemas que he venido semanas atrás. 11,5 kilómetros que se suman a una semana en la que tengo que aprovechar que sigo de vacaciones
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