El miércoles toca correr dolorido, y encima hace bastante calor. Salgo por el Carril del Yeso y me cuesta avanzar, para colmo oigo por atrás como avanza un corredor que va en paralelo con una chica en bicicleta; lo más fácil es dejarse cazar y asumir que estoy en trote para regenerar, pero sin darme cuenta comienzo a picarme y eso no hace bien a mis piernas. Cojo el camino que sale a unos 300 metros a la derecha tras el paso por la valla del aerodromo y ya me siento mejor, no me siguen, así que bajo un poco el ritmo. Continuo hasta unos olivos que están a medio camino antes de llegar a la zona de la Carretera de La Solana y cojo el camino de la derecha que me llevará al camino principal que va por detrás del aeródromo. De nuevo siento que voy cargado, pero lo bueno es que no siento molestias en el isquio izquierdo, llevo las Sportiva Bushido, ¿casualidad?...
Cuando llego a dicho camino tomo una senda que pronto me hace ir campo a través hasta que consigo llegar al Camino del Peral justo en la zona donde cruza por primera vez la carretera. Llego a casa bastante cargado pero con los deberes hechos.
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