El sábado tenía ganas de probar el ritmo de Mercedes, así que elegí el circuito de 11,5 de ida y vuelta por el Camino de Membrilla y vuelta por el Carril del Yeso. Salimos a ritmo vivo pero no muy exigente aunque pronto comencé a apretarle y ella respondió muy bien. En la ligera bajada del Camino de Membrilla asentamos la cadencia y se le vio muy cómoda, y lo mismo en el regreso, cada vez más rápido, terminando a un ritmo que por momentos iba por debajo de 5´el kilómetro. Tardamos 1 hora y 1 minutos para 11 kilómetros y medio, que demuestra que no habíamos ido de charla.
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