El día después a la maratón uno sabe que tiene un descanso bien merecido, aunque no la haya terminado como fue mi caso. La vuelta de Valencia fue rápida y tras comer en casa decidí ir a trabajar ya que no estaba cansado. Eso sí, tenía una terribles agujetas en ambos gemelos, que se acentuaban cuanto menos me movía.
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