Aprovechando mi nueva distribución horaria vespertina, mucho más flexible, salí ayer a correr cuando el sol estaba acompañando aún. Con poca ropa, mala elección, me fuí a la circunvalación para coger el Camino del Alamillo y en seguida subir por el camino que lleva a la ermita de lo alto, bajar y llegar al camino paralelo, de ahí a la rotonda y vuelta a casa por el mismo camino que hice a la ida. El ritmo no fue lo peor, y me sentí relativamente suelto. Un resquicio por donde colarme.
Unos 9,5 kilómetros que suman, ahora que tengo retos que afrontar:
- 25 de febrero: Trail de Moixent (22 kilómetros de montaña).
- 11 de marzo: Maratón de Montaña de Cuenca.
¡Y yo que decía que no tenía objetivos que cumplir!
Merche, paralelamente hizo algo más de una hora a ritmo medio.
Merche, paralelamente hizo algo más de una hora a ritmo medio.
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