Viajamos a Linares el sábado por la mañana para dejar a Inés con sus abuelos. Tras esto cogimos rumbo a Sevilla capital, donde habíamos quedado con nuestro buen amigo Eusebio a comer. Yo andaba lleno de dudas porque la herida me molestaba bastante y no sabía si iba a poder terminar la media pese a que tuviera que hacerlo al ritmo de Merche. Esperaba que la "segunda piel" como llaman, a esos productos propios para las ampollas, me permitieran no sentir mucho dolor.
Llegamos a Sevilla a eso de las 14 horas y pasamos una muy agradable velada con Eusebio y Pilar, que nos ofrecieron una magnifica comida.
Ya por la tarde y con bastante calor, ¡parecía increible que nos encontrásemos casi en noviembre!, partimos hacia Utrera
Dejamos los bártulos en la pensión donde nos alojábamos, cerquita de la zona de la salida y nos fuimos a pasear por la ciudad, bien grande por cierto, y bastante bonita, justo para comprobar que nos íbamos a hartar de cuestas, como así ocurrió. La cena fue un buen remate a la jornada, comiéndonos una magnifica pizza junto con una suculenta ensalada.
Así fue como nos "empiltramos" sabiendo que teníamos una hora más
para dormir debido al cambio de horario. Merche toda nerviosa antes su
test para la Maratón de Valencia y con las dudas sobre sus pie y sobre
el rendimiento de sus zapatillas.
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