Mercedes madrugó, y eso es mucho porque mi mujer es de esos humanos con algún gen extraviado proveniente de los lirones. No hicimos mucho, unos 50' muy suaves en los que aprovechamos para repasar la logística de la Madrid-Segovia. La mañana era fresquita y es cierto que cuando llevas un rato corriendo te das cuenta de que es de las mejores cosas que se pueden hacer a esas horas. Se podría decir que fue lo más relajado y tranquilo que hice durante todo el día, y también las últimas zancadas antes del reto del sábado.
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